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"Es un aliciente", dicen los ganaderos de los Picos sobre el éxito de venta del lechazo

"Antes casi los regalábamos", afirman los productores adheridos a la marca "Pro-Biodiversidad", que alertan de los ataques del lobo como freno a ampliar rebaños

Uno de los ganaderos de la marca, con su rebaño, en los Picos. FCQ

El lechazo tiene futuro en los Picos de Europa. Lo dicen los cinco ganaderos adheridos a la marca "Pro-Biodiversidad" impulsada por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) con el fin de promover un desarrollo rural sostenible en la zona.

Recién concluida la primera campaña de comercialización, en la que se despacharon cinco toneladas de lechazos en Asturias y León gracias a un acuerdo con la empresa asturiana Alimerka, los profesionales del sector hacen un balance "inmejorable". Es el caso de Rafael Roiz, que en más de una ocasión se vio tentado a tirar la toalla y abandonar la ganadería por la baja rentabilidad de su producción. Gracias al proyecto de la FCQ mantendrá su rebaño. A su juicio, las ventajas de la iniciativa son innumerables. Entre todas ellas destaca la tranquilidad de saber a comienzos de año que tiene la producción vendida y conocer el precio que le van a pagar por ella. "Antes casi que regalábamos nuestros lechazos. En el mercado tenían que competir con los criados de forma no natural cuando el manejo no tiene nada que ver. Ahora se reconoce la calidad de nuestro producto, que dobla su valor en el mercado. Es un aliciente para seguir", revela.

Roiz vendió 165 lechazos en la temporada que concluye, una cantidad que no planea aumentar en 2019 "porque el manejo en los Picos no es fácil y los ataques del lobo en altura van en aumento". Lo mismo le ocurre a Manuela Vigil, que vendió 67 corderos lechales y que pese a los buenos resultados de la campaña tampoco prevé incrementar la producción. "Aunque el precio es bueno, a nueve euros el kilo con cabeza, con el verano por delante no se me pasa por la cabeza comprar nuevos animales para que el cánido haga con ellos de las suyas", dijo. "Prefiero tener pocos y bien atendidos" explicó.

Las acciones para la difusión de la marca de garantía "Pro-Biodiversidad" están incluidas en el proyecto europeo LIFE+ Red Quebrantahuesos, dirigido a la reintroducción de la especie en los Picos de Europa a partir de ejemplares pirenaicos. Aunque los primeros ganaderos en sumarse a la iniciativa pertenecen a la zona cántabra de los Picos de Europa, los buenos resultados hacen que al menos otros cinco productores de corderos radicados en la vertiente asturiana se hayan interesado por el proyecto, pero para ser admitidos deben de pasar una auditoría. Los que ya producen bajo la marca "Pro-Biodiversidad" se ven sometidos a inspecciones por parte de la FCQ en puntos críticos como el parto o el sacrificio de los animales.

La idea de crear la marca de lechazos nació como un programa piloto financiado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente orientado a mantener la biodiversidad. El motivo: los quebrantahuesos comen trescientos kilos de huesos al año y cuantos más rebaños haya en los pastos de altura mayores son sus posibilidades de supervivencia.

El apoyo a la biodiversidad también radica en que los residuos del matadero no aptos para el consumo humano se destinan a un comedero de aves necrófagas ubicado cerca del mirador de la Reina, en el parque nacional de los Picos.

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