Elena FERNÁNDEZ-PELLO

La reapertura del balneario de Las Caldas ya tiene fecha definitiva. Las instalaciones se presentarán públicamente el próximo jueves y el viernes quedarán a disposición de clientes y visitas. De hecho, ya hay varias reservas para ese fin de semana. El Alcalde conoció esta semana las instalaciones, que visitó en compañía del concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, y con el director general del complejo, Félix Álvarez Cordero, ejerciendo de anfitrión.

La villa termal de Las Caldas, denominación bajo la que se presenta el complejo que incluye el balneario, un hotel, restaurante y cafetería, emprenderá su andadura mientras siguen adelante las obras de la segunda fase del proyecto, que incluye un nuevo edificio hotelero y un centro lúdico termal que se levantarán frente a la plaza del pueblo. A esas instalaciones se sumará la ciudad deportiva de Las Caldas, de titularidad municipal pero cuya construcción ha sido adjudicada a la misma empresa que promueve el balneario, la constructora asturiana Ceyd, que, a través de una sociedad, se hará cargo de la gestión de las instalaciones deportivas por un período de cincuenta años.

La dirección del balneario cuenta con que esa segunda fase del proyecto esté acabada dentro de un año, con lo que la villa termal de Las Caldas estará totalmente concluida y podrá ser inaugurada oficialmente.

Este año tienen ocupados los salones con al menos quince bodas y el número de reservas para los puentes más próximos, los del mes de mayo, es elevado.

En esta primera fase el balneario y el hotel contarán con una plantilla de ochenta personas, que la dirección tiene previsto duplicar cuando las instalaciones estén funcionando al cien por cien.

El balneario de Las Caldas abrió sus puertas a finales del siglo XVIII, en 1776, aprovechando las propiedades benéficas del agua que manaba en medio del pueblo. En torno a él se construyeron los edificios planeados por Ventura Rodríguez y Manuel Reguera, que han sido restaurados y renovados en el interior y que ahora vuelven a abrirse al público junto a un bloque de nueva planta que alberga parte de las habitaciones del hotel de cinco estrellas.

Tras una época de esplendor, el balneario de Las Caldas comenzó a decaer. Sus últimos propietarios, una sociedad participada mayoritariamente por la familia Álvarez-Buylla, lo vendieron a la constructora Ceyd, que ha invertido en este proyecto diez millones.