Pablo GALLEGO

La Universidad de Oviedo se enfrenta a una semana clave para su futuro. El próximo miércoles 25 de noviembre, un comité de expertos internacionales decidirá en Madrid si la institución académica asturiana merece recibir el sello de campus de excelencia. El organismo docente entraría así en un selecto club en el que sólo se permite el acceso a los mejores y que, en plena crisis económica, asegura una lluvia de millones a los que nadie parece dispuesto a renunciar. Con 400 años de historia, la Universidad asturiana inicia ahora su particular cuenta atrás para lograr la excelencia.

Las oportunidades de éxito para el equipo del Principado dependen, según diversas fuentes, del número de universidades que superen la última criba. En un primer momento, el Ministerio se limitó a apuntar que serían «de cero a quince» -los tres centros privados no optan a las ayudas-, aunque ahora la cifra parece estar más cerca de cinco que de diez. Un grupo de cabeza en el que Madrid, Barcelona y Andalucía parecen tener ya una plaza asegurada. Según los expertos, la de Oviedo tendría posibilidades entre los puestos 7.º y 9.º de la lista. El premio: optar a parte de los 53 millones de euros previstos en subvenciones y a otros 150 millones de euros en préstamos.

A las universidades que se les otorgue la excelencia se les exigirá, según la directora general de Orientación Universitaria del Ministerio de Educación, Mercedes Chacón, «implicación con su territorio, liderazgo tecnológico y económico y reconocimiento internacional».

Quizás este último requisito sea el que entrañe una mayor dificultad, sobre todo si se tiene en cuenta que, en las últimas clasificaciones universitarias, entre los 500 mejores del mundo sólo aparecían siete centros españoles. «Del XVIII al XXI. Proyectando nuestra tradición hacia el futuro» es el lema elegido por el equipo de la Universidad de Oviedo, que intervendrá en quinto lugar y que contará con ocho minutos para exponer su proyecto a la excelencia. Cuatro para la intervención del rector, Vicente Gotor, y otros cuatro para proyectar un vídeo resumen de la candidatura.

Si el proyecto diseñado por la institución asturiana para conseguir el sello de calidad tiene éxito, la Universidad de Oviedo entrará en la élite de la educación. Si no, el trabajo desarrollado por la entidad servirá, según Gotor, como «plan estratégico» para el futuro desarrollo de la Universidad. La solución, el día 30.