Actriz, presenta hoy en Oviedo «Seis clases de baile en seis semanas»

David ORIHUELA

«Seis clases de baile en seis semanas» da para saldar una vieja deuda si quien las recibe es una mujer ya entrada en años. Si quien las imparte es un chico joven, la relación que se establece entre ambos puede ir más allá del salón de baile. «Seis clases de baile en seis semanas» es el título de la obra que hoy, mañana y pasado se podrá ver en el teatro Campoamor. Lola Herrera y Juanjo Artero llevan a escena el texto de Richard Alfieri bajo la dirección de Tamzin Townsend. Lola Herrera, una de las grandes damas del teatro español, atendió ayer a LA NUEVA ESPAÑA mientras viajaba en dirección a Oviedo.

-Primera y obligada reflexión. Usted ha estado muy ligada a Miguel Delibes con «Cinco horas con Mario».

-Ha sido perder a un amigo que, además, me ha propiciado mucho placer durante muchos años. Con una parte de su obra he pasado muchos, muchos años disfrutando muchas cosas. Hacer «Cinco horas con Mario» cambió mi vida y no sólo en lo profesional. Siento muchísimo que se haya ido Miguel, pero me consuela muchísimo saber que él se quería ir. Él cambió mi vida y me llevó a reflexionar sobre muchas cosas.

-¿Qué se puede hacer en seis clases de baile?

-No bailar «El lago de los cisnes», pero en realidad Lily lo que solicita es un profesor para saldar una asignatura pendiente. Además, como bailar «agarrao» no se puede hacer solo, de ahí nace una relación maravillosa. Es estupendo compartir una música y una manera de mover los pies.

-Mujer de teatro a la que las nuevas generaciones han conocido por la televisión.

-La gente que tiene 16 años me conoce por «La casa de los líos» o «Un paso adelante», es lógico porque es lo que ven.

-¿Y el teatro en televisión? Usted hizo mucho

-TVE se aprovechó de textos teatrales, pero no era teatro, eran textos teatrales hechos en la tele, ya que el teatro hay que hacerlo en los teatros, no tiene sentido hacerlo en la tele porque es engañar a la gente.

-¿Sigue el teatro en crisis?

-Llevamos en crisis desde los griegos. De todos modos, la crisis económica nos favorece porque la gente no se va de viaje, se queda en su ciudad y se va a ver una representación, que es más barato.

-Comparte función con Juanjo Artero. ¿Cómo ha sido la experiencia?

-Pues muy gratificante. Sin él no hubiera sido posible sacar adelante la función durante tanto tiempo. Las ganas que me pueden faltar a mí se suplen con el entusiasmo de Juanjo. Es la alegría de la compañía.

-Con una diferencia de edad importante.

-Era necesaria para la representación. Lily y Michael se llevan al menos 30 años y en este caso era fundamental que los actores tuviesen también una diferencia de edad importante, no valían disfraces.