El problema
Los locales nocturnos se han convertido en lugar de hurtos al descuido. Normalmente, los ladrones se llevan prendas de ropa o bolsos de mujer que se han dejado en una silla o en un rincón mientras se baila o se toma una copa en la barra del bar.
La solución
La Policía y los hosteleros mantienen reuniones periódicas para estar al corriente de la situación. La Policía no puede hacer nada si no se coge al ladrón con las manos en la masa, y además se trata de pequeños hurtos que no suponen delito penal. Por ello, las autoridades policiales estudian solicitar a la Justicia que la reincidencia pueda convertir los hurtos en delito penal.
Recomendaciones
La policía ha indicado a los propietarios de los bares de copas, los más afectados, que coloquen carteles indicando a sus clientes que no dejen abandonadas sus posesiones y que las tengan siempre controladas para evitar sustos por las noches.