Intérprete de viola ovetense, participa en la gira «Symphonicities» del ex líder de «The Police»

Elena VÉLEZ

La ovetense Cristina Gestido vive en Londres desde hace siete años, donde obtuvo el título superior de viola y máster en performance de la Royal College of Music. Tras dos meses de gira por Estados Unidos con el ex líder de la banda «The Police», el cantante Sting, dentro del espectáculo «Symphonicities», estos días disfruta de unas merecidas vacaciones en el norte de España, junto a su familia.

-Becada por Cajastur, la Sociedad de Artistas Intérpretes AIE, la Royal College of Music de Londres, la Fundación Alvargonzález, Pedro Barrié de la Maza? Su currículum es impresionante, pero no está relacionado con el rock. ¿Qué hace una viola en un concierto de Sting?

-Me llamaron un día de la Royal Philharmonic Concert Orchestra para participar en un proyecto, como otras veces, sólo que se trataba de un espectáculo de Sting. Necesitaban músicos para un proyecto sinfónico. Se trataba de la grabación del disco «Symphonicities» en el que se mezcla la música rock con la sinfónica. Son los grandes éxitos de «The Police» y el propio Sting arreglados especialmente para orquesta. Lo grabamos en los famosos estudios de Abbey Road. Después comenzamos la gira el 2 de junio en Vancouver, Canadá, para luego recorrer todo Estados Unidos y terminar el 31 de julio en Boston.

-¿Cuántos músicos hay en el espectáculo y cuál es el ambiente de trabajo?

-Hay una orquesta de cuarenta y cinco músicos, además de la banda de Sting: un guitarra, dos percusionistas, un contrabajo y una cantante. El trato con mis compañeros es muy bueno y, sobre todo, estoy aprendiendo mucho de improvisación y ritmo gracias a la parte rock del espectáculo. Algo que supongo que también es enriquecedor para los músicos de la banda, porque nunca habían estado bajo la batuta de un director de orquesta clásica.

-¿Tiene trato con Sting?

-Sí, claro, lo veo todos los días. Es muy cercano.

-¿Cómo fue su primera conversación con él?

-Pues, la verdad, fue él quien se acercó a mí porque se dio cuenta de que era extranjera. Todos los músicos que participan en la gira son ingleses o australianos, así que me preguntó de dónde era. Nos pide opinión para todo y come con nosotros a diario, aunque no deja de ser tu jefe. Un día, nos vio a un grupo de chicas con esterillas porque hacemos yoga y ahora antes de cada concierto practicamos juntos para relajarnos.

-No es lo mismo tocar en un auditorio o en un teatro que en un campo de fútbol. ¿Qué se siente?

-Sí, la verdad que impresiona. Sobre todo, en lugares como el Red Rock Anfiteatro de Colorado o el Hollywood Bowl de Los Ángeles. En espacios tan grandes el sonido es diferente. Yo nunca había tocado con micrófono (se coloca encima de la caja de resonancia) y sólo eso ya es un gran cambio. El público se entrega mucho en todas las actuaciones, incluso hay un fan que no se ha perdido ningún concierto. Trabaja medio año y el resto lo dedica a seguir a Sting. Además, hay temas no incluidos en el disco que también tocamos en directo como «Every breath you take», «Desert Rose» y «Message in a bottle», que son especiales para la gente.

-Son muchos meses viajando. ¿Es dura la vida que lleva?

-Es una gran oportunidad profesional para mí y estoy encantada. Soy joven para poder hacerlo y tengo muchas audiciones por delante.

-¿Qué va a hacer después de este descanso?

-Volveré a trabajar en la gira, pero por Europa. Comenzamos los ensayos el 1 de septiembre y el día 2 actuamos en Oslo, hasta finalizar el tour el 11 de noviembre. Tengo muchas ganas de actuar en España. Vendremos en octubre y tenemos previsto actuar el día 27 en Bilbao, el 29 en Barcelona y el 30 en Madrid. Después, en función de los resultados de taquilla, es posible que se haga otra por países de Asia.

«Sting nos pide opinión para todo y come con nosotros a diario, aunque no deja de ser el jefe»