David ORIHUELA

¿Puede lograr un taxista de Oviedo salir en la BBC o en la CNN sin haber cometido una matanza? ¿Se puede lograr que 500.000 personas conozcan tu negocio en 72 horas? Se lo preguntó Rixar García, un taxista de Oviedo que el pasado fin de semana «reventó» las redes sociales de internet.

García conduce un Seat Altea y hacía meses que participaba en la red social «Foursquare», una herramienta similar a facebook o twiter en la que los autónomos neoyorquinos se han hecho fuertes y lanzan ofertas a los usuarios. «Está de moda para los locales más cool de Nueva York», explica el taxista ovetense. Así que probó suerte y encargó unos vinilos con el logo de esta red social y anunciando una oferta especial de un descuento del 10 por ciento en los trayectos desde Oviedo al aeropuerto de Asturias. Se fue a la calle Uría, a la estación de tren, hizo una foto a su coche y la colgó en internet. Llegó la locura.

En apenas unas horas la foto de su coche apareció en el muro de medio millón de usuarios de twitter. Una auténtica barbaridad. Todo porque desde Estados Unidos comenzaron a reenviar la imagen de unos muros a otros. Su oferta de descuento se convirtió en «top tweet mundial». Vamos, lo más visto. Una comparación. Cuando Andreu Buenafuente, que tiene más de 100.000 seguidores en twitter, cuelga una foto, la abren como mucho 500 personas. En pocas horas más de 3.000 personas pincharon en la foto del taxi aparcado en la estación de tren de Oviedo.

¿Quién da más? Rixar García invirtió 24 euros en los vinilos que pegó en su coche, que por cierto los encargó por twitter, y con esa mínima inversión logró que le conociesen medio millón de personas en todo el mundo. «Y entre tanta gente seguro que hay alguien que venga a Oviedo y necesite un taxi», afirma. Y así es. En los últimos días ha recibido dos encargos por internet, uno de ellos, llegado desde Estados Unidos, con un presupuesto de 10.800 euros. Además ya le han llamado para ofrecer conferencias sobre su experiencia de posicionamiento de pequeñas y medianas empresas a través de las redes sociales.

El objetivo final es «un servicio de taxi a la carta», es decir, «que los clientes me puedan elegir a mi y que yo los pueda elegir a ellos», resume Rixar García, el taxista más conocido del mundo.