E. F.-P.

Los químicos asturianos festejaron ayer en el auditorio de Oviedo a su patrón, San Alberto Magno, comprometidos con el cambio del modelo productivo y ofreciendo su «esfuerzo y trabajo» para salir de la crisis económica. José Manuel Fernández Colinas confía en la capacidad de «una generación de químicos jóvenes de gran profesionalidad», competitivos nacional o internacionalmente. El consejero de Educación, el también químico Herminio Sastre, fue un poco más allá. «Estamos en una situación de crisis que es también de oportunidad, si las administraciones no somos capaces de aprovecharla debéis hacerlo vosotros», les pidió.

En el transcurso del acto de San Alberto Magno, auspiciado por el Colegio Oficial de Químicos de Asturias y León y la Asociación de Químicos del Principado, el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, recibió el VII Premio al mérito científico, que este año recayó en el campus de excelencia internacional de la institución académica.

El rector lo agradeció como un mérito «en el que ha intervenido toda la sociedad asturiana» y manifestó su voluntad de seguir trabajando en ese sentido, desde propuestas realistas y conscientes de que la asturiana es una Universidad pequeña y periférica. «Si en el ranking de las mejores universidades hoy estamos en el puesto 600.º, me conformo con estar en el 400.º en un par de años», bromeó.

A lo largo de la mañana, desde el mediodía, se entregaron los premios para tesis doctorales, que recayó en Mario Castaño, y trabajos de investigación, Justo Giner.

El decano de Químicos recordó a los compañeros fallecidos en este último año, en especial a José Manuel Concellón, que había ocupado el decanato de la Facultad durante una década. El Auditorio se sumó a él con un espontáneo aplauso.