La Escandalera mantiene a través de los años el nombre castizo con el que la bautizó la costumbre, por encima de los nombres oficiales, que fueron cinco hasta la fecha.

Escandalera, para la Real Academia, es «escándalo o alboroto grande» y alboroto hubo, por lo que cuentan, cuando se trató en el Ayuntamiento de Oviedo de dar permiso para edificar una casa que haría esquina entre Fruela, recién abierta, y la plaza de la que tratamos. El permiso permitía edificar estrechando considerablemente la calle con relación a los dieciséis metros de Uría, lo que suponía un distinto tratamiento, y no una prolongación, que era lo previsto. Esto supuso una serie de discusiones, y la modificación del proyecto; desde entonces, empezó a llamarse Escandalera al lugar.

Al poco tiempo, en 1881, volvió a haber en la ciudad y en la región un fuerte motivo de «escandalera» relacionado con el trazado del ferrocarril de la Meseta a su paso por Pajares, ya que un tal monsieur Donon, francés, pretendía un trazado que reducía el ya proyectado en varios kilómetros y en varios miles de duros a base de aumentar las pendientes un tres y medio por ciento y hacer más pronunciadas las curvas cerrando su radio. Esto creó gran inquietud en la opinión pública, que veía muy peligroso el proyecto y, con ello, en peligro la necesaria salida hacia Castilla, especialmente en momentos tan florecientes para las industrias asturianas. Por otro lado, y desde Oviedo, se decía que el dinero ahorrado por el ministro de Fomento en ese cambio se emplearía en mejoras para el puerto marítimo de Gijón, lo cual creó otro motivo de zozobra local. Puestas así las cosas, el periódico «El Carbayón» se encargó de arengar a los asturianos convocándolos a una gran manifestación que tuvo lugar el 27 de marzo de 1881 y que acabó en poco tiempo por dar nombre a la plaza en la que tuvo lugar.

La manifestación se celebró y ya desde la víspera Oviedo fue sede de la concentración de delegaciones de toda la provincia, tal como cuenta «El Carbayón», metido de lleno en la tarea arengatoria: «Las clases todas de la población, abandonando las habituales ocupaciones, dieron oportuno comienzo a la solemnidad el sábado último, recibiendo en la Tenderina a los delegados de Villaviciosa, habiendo acudido con el propio objeto una comisión de la Junta y la banda musical La Ovetense. Hubo un momento en que se temió que las nubes se habían hecho partidarias de Donon y querían estorbar la fiesta, pero si bien vertieron algunas lágrimas que parecían indicar el comienzo de un nuevo diluvio, terminado este ligero amago se retiraron las lloronas. Esta primera parte se disolvió en la plaza...».

Merece la pena buscar en la hemeroteca el diario «El Carbayón» del 17 de marzo de 1881, diez días antes de la concentración del día 27. No nos sobraba una escandalera de ésas de vez en cuando?