L. Á. VEGA

Todo apunta a que iban a matarla, puesto que estaba amenazada de muerte. Agentes de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a dos hombres, un guineano residente en Oviedo y un langreano, como presuntos autores del asalto sufrido a las seis menos veinte de la tarde de ayer por una mujer de nacionalidad paraguaya y de 34 años en su piso, situado en el número 7 de la calle Llano Ponte de Pumarín. Los detenidos, que propinaron a la mujer numerosos golpes en la cabeza y la espalda, la ataron y la amordazaron, pero no pudieron cumplir sus planes, puesto que un vecino escuchó lo ocurrido y llamó a la Policía Local. Los agresores, que se negaron a franquear el acceso de los agentes y opusieron una viva resistencia, al menos uno de ellos, aseguraron que actuaban «por encargo». La Policía investiga ahora las circunstancias de este incidente y no se descartan nuevas detenciones.

La víctima del asalto es Zulma Ruiz Díaz, una paraguaya de Asunción que lleva ocho años en España, y reside desde hace unos meses en el citado piso. Todo indica que los detenidos llamaron a la puerta o la sorprendieron cuando entraba o salía de la vivienda. El vecino que llamó a la Policía escuchó cómo los detenidos propinaban un golpe a la mujer y cerraban de un fuerte portazo. «¡Ayudadme, ayudadme!», la oyó gritar, antes de que le cerrasen la boca. «Escuché luego como un murmullo, como si le hubiesen tapado la boca a alguien e intentase gritar. Y nada más. Gracias a que la Policía llegó en un tiempo récord, cuatro o cinco coches de la Local y otro de la Nacional», indicó el mismo vecino.

Los agentes llamaron a la puerta de la vivienda, pero nadie les abrió. Pensando que los asaltantes podrían haber escapado de la vivienda y estar escondidos en alguna parte del edificio, los policías registraron el bloque planta a planta. En el piso seguía habiendo un silencio sepulcral. Los agentes se pusieron en contacto con la propietaria del piso para que les abriese la puerta. Ya con la llave, intentaron abrir la puerta, que estaba cerrada por dentro. Finalmente lograron abrirla con una ganzúa.

En el interior de la vivienda encontraron a los detenidos, D. F. O. T., guineano de 28 años, y el langreano O. G. L., de 23, ambos con antecedentes por delitos contra la propiedad. Uno de ellos, al menos, opuso una fuerte resistencia a la Policía y tuvo que ser reducido. Tendida en la cama de una de las habitaciones, los agentes encontraron Zulma Ruiz, con las manos atadas por delante y amordazada, y con evidencias de haber sido golpeada.

La mujer fue liberada de inmediato por los policías y trasladada en ambulancia al Hospital Universitario Central de Oviedo, donde quedó en observación. Según manifestaron los hermanos de la víctima, Nancy y Ricardo Ruiz, la mujer «se encuentra bien, aunque muy impresionada por lo ocurrido».

Uno de los detenidos manifestó, nada más ser detenido, que estaba actuando «por encargo». Ambos fueron trasladados a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo con el fin de ser fichados e interrogados. En principio, se les imputan los delitos de allanamiento de morada, amenazas y detención ilegal.

Los agentes investigan ahora si se sostiene la confesión que hizo uno de ellos de que actuaron por encargo y quién es la persona que les encomendó acudir a la vivienda de Zulma Ruiz y con qué intenciones. No se descartan, por tanto, nuevas detenciones en las próximas horas. Los asaltantes iban provistos de pasamontañas para ocultar sus rostros y de una cinta americana. No se les han encontrado armas. Algunas personas comentaron que se había escuchado un disparo, aunque este extremo no ha sido confirmado por la Policía.

La familia de la mujer tiene muy claro quién puede haber sido la persona que encargó el asalto. «Zulma estaba antes con un muchacho español con el que rompió hace un tiempo y desde entonces no la dejaba en paz, siempre estaba amenazándola y agrediéndola. Una vez denunciamos a la Policía, pero no se pudo probar nada y siguió libre», aseguró Nancy Ruiz, preocupada por la situación de su hermana, con la que pudo hablar telefónicamente, aunque no mucho. Según añadió, Zulma Ruiz no dispone de trabajo.

Hora y media después de las detenciones, un equipo de Policía Científica se desplazó a la vivienda con el fin de realizar la correspondiente inspección técnica policial en busca de muestras y pruebas que unir a las diligencias.