La posibilidad de una alianza entre las dos fuerzas de izquierdas representadas en la nueva Corporación municipal para optar a la Alcaldía se volvió a reeditar ayer con el envío de una carta, por parte del coordinador municipal de IU, Alejandro Suárez, al secretario de los socialistas ovetenses, Alfredo Carreño, en la que le pide que se presente el sábado en la sesión de investidura y le garantiza los votos de Izquierda Unida.

La respuesta de Carreño no se hizo esperar. «¿Cómo voy a presentar la candidatura, y si de repente salgo alcalde?». Se refería el secretario de la Amso a la posibilidad, real, pues el orden de las votaciones es Izquierda Unida, PSOE y Foro, de que les pudiera apoyar la formación de Francisco Álvarez-Cascos. Y eso el PSOE no le permite. «No vamos a votar a la derecha ni permitir que la derecha nos vote a nosotros», insistió Carreño. «No entiendo la oferta de Izquierda Unida, porque los dos partidos sumamos 9 concejales y ellos (FAC y PP) 18, y yo no voy a jugar a cosas raras».

Para Alfredo Carreño, todo lo que no sea asumir la condición de tercera fuerza política a la que le han relegado los votos de los ovetenses no tiene que ver con lo posible y sí con «enfrentamientos» entre los partidos de la derecha en los que, denuncia, se quiere utilizar a los socialistas para solucionar sus problemas. «Ningún ciudadano entendería que presentase la candidatura a ver si Foro nos votaba», concluyó.

Las declaraciones de Carreño eran la contestación a la carta de Alejandro Suárez, en la que le explicaba que «por primera vez en veinte años los ovetenses han retirado el poder absoluto al PP y, aunque han dado la mayoría a la derecha, el resultado electoral indica el rechazo de la ciudadanía de Oviedo a ese fenómeno denostable y pútrido que podemos denominar gabinismo, que ha dado lugar a un clima institucional irrespirable, además de a decisiones como las del convenio con Comamsa». Ante ese panorama, y apelando incluso a los problemas personales que el equipo de De Lorenzo ha causado a los socialistas en Oviedo, Suárez insistía en que ahora «la izquierda tiene el mandato de regenerar y normalizar la vida institucional municipal» y asegura que «el PSOE, como lista más votada de la izquierda, tiene la obligación de liderar este cambio, tiene la obligación inexcusable de presentar candidatura a la Alcaldía de Oviedo el próximo sábado e IU-LV tiene la obligación de votar a esa candidatura».

Al margen de las cartas enviadas por unos y de las contestaciones de otros, Alfredo Carreño también salió, de nuevo, al paso de las acusaciones de Álvarez-Cascos sobre la dimisión de Paloma Sainz, que el líder de Foro atribuye a presiones del PSOE para mantener a Gabino de Lorenzo en el poder.

Carreño calificó estas declaraciones como «las mentiras de Cascos». Y negó que hubiera ninguna opción de que Paloma Sainz hubiera podido ser alcaldesa con los votos de Foro. «Nunca nadie nos vino a pedir que Paloma fuera alcaldesa ni que la fueran a apoyar. El día 23 nadie hablaba de pactos ni de nada de nada», remató. Carreño también explicó que la única intención de Foro Asturias en Oviedo, al menos las declaradas en la reunión que mantuvieron con ellos, es optar ellos a la Alcaldía, para lo que piden los votos del PSOE, en ningún caso al contrario.

González de Mesa corroboró en cierta forma este planteamiento ayer cuando declaró que resulta «paradójico» que Carreño no se presente por temor a que le vote Foro, «ya que nadie les ofreció el voto». González insistió en que los socialistas pueden estar «tranquilos», «lo que él llama la derecha no les va a votar».

El Ayuntamiento celebró ayer el último Pleno de este mandato con la aprobación de actas como único asunto. Fue, también, la despedida para varios concejales como Conchita García, en la fotografía con Belén Fernández.