E. G.

«Nunca es tarde» es la serie de televisión que los cómicos Ángel Martín y Ricardo Castella nunca llegaron a financiar, a poner en marcha en ningún canal de televisión y que, finalmente, convirtieron en comedia musical. También es la obra que llevaron ayer al Filarmónica y ante la que se rindieron los espectadores ovetenses. Martín y Castella deben de tener muchos fans porque el papel se había agotado desde hacía cuatro días.

La historia presenta a Ángel Martín dudando entre renovar por el canal de televisión en el que trabaja o cumplir su sueño de ser músico, momento en que se encuentra con Castella, que toca la guitarra en el Retiro. A partir de ahí, el dúo se entrega a un espectáculo musical, con todo tipo de instrumentos, en un montaje que habla de la tele y hace reír con música, pero que, también, en el fondo es una obra irónica sobre los sueños que tiene más detrás de lo que parece.