Ch. N.

No se fían. Con tímidos elogios y mucha prevención, la oposición puso en duda los anuncios realizados en su discurso de investidura por el nuevo alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo.

El secretario de los socialistas ovetenses, Alfredo Carreño, concedió que al nuevo alcalde «se le ve con más ganas y entusiasmo», pero rechazó su idea de «revolucionar el modelo Oviedo». «No hay que revolucionarlo», razonó, «hay que cambiarlo, porque es viejo». Carreño aplaudió que «por primera vez se hablara de empleo», «aunque no dijo nada», añadió. Peros también puso a sus palabras sobre cultura, «desde el punto de vista del PP, es decir, el económico». «Caunedo», resumió, «puede ser un estupendo alcalde de transición hacia el verdadero cambio que puede venir de otros partidos».

El portavoz adjunto de Foro, José Donate, en declaraciones a una emisora de radio, explicó que su formación esperará a ver cómo se concretaba la oferta de diálogo. También defendió que Oviedo no puede renunciar a su Ronda Norte y que ser la única capital que no dispone de este tipo de infraestructura prueba el fracaso de los gobiernos de De Lorenzo. Los otros proyectos, zanjó, son actuaciones urgentes, pero no los valoró por desconocer los detalles.

El portavoz de IU, Roberto Sánchez Ramos, se refirió a las «contradicciones entre la portavoz y el Alcalde». «Me quedo con el discurso del Alcalde», siguió, «y las promesas de ciertas obras que llevamos 15 años reclamando, tres de ellas las hemos incorporado en los presupuestos de este año». Sánchez Ramos lamentó «la amnesia en el discurso relacionada con nuestras deudas, "Villa Magdalena" y Cinturón Verde». Por su parte, el PC en Oviedo considera imposible la regeneración democrática en la ciudad sin la correspondiente movilización ciudadana.