Ch. N.

El plan municipal de ahorro energético no sólo ha permitido reducir la factura gracias a la aplicación informática. También se ha acompañado la experiencia con un plan de auditoría energética que, aplicada a edificios concretos, ha servido para mejorar los consumos y arañar algunos euros.

El caso práctico en el que el Ayuntamiento ha podido poner en marcha esta iniciativa ha sido en el auditorio Príncipe Felipe. Allí se han instalado una serie de dispositivos que permiten medir el consumo del edificio en tiempo real y mejorar el consumo. Se estudia, por así decirlo, mes a mes, planta a planta, sala a sala y bombilla a bombilla. Y luego se trata de mejorar la eficacia. De intentar que una luz no esté encendida cuando no haga falta o de que una calefacción no se ponga en marcha si no es necesario. Con esta práctica y a lo largo de un año el Ayuntamiento logró una reducción del 10,99 % en el gasto energético del Auditorio y un ahorro de 20.157 euros al año.

Existía un programa para aplicar el mismo tipo de auditoría energética a las piscinas del Parque del Oeste, con los dispositivos instalados, aunque ahora mismo está en suspenso.

También, más ambicioso, el Ayuntamiento había pensado en aplicar un programa de estudio y control del gasto en todos los colegios públicos del municipio.

Estas iniciativas están ahora paradas, pero el concejal responsable, Jaime Reinares, tratará de reactivarlas y de presentar, también, nuevas iniciativas que permitan seguir mejorando el consumo y adelgazando la factura de la luz en el Ayuntamiento.