Ch. NEIRA

No es tanto un Ayuntamiento en pequeño pero casi. La nueva distribución en distritos que se trata de aplicar en Oviedo en cumplimiento de la ley de Grandes Ciudades podría dar a La Corredoria mayor autonomía administrativa. El barrio, una de las zonas de mayor expansión demográfica de la región, cuenta ya con su propio registro municipal. Ahora lo que se plantea es que en la misma Corredoria se puedan incluso tramitar algunos de esos expedientes, sin necesidad de pasar por la sede central.

Ésa es, al menos, la hoja de ruta que el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, tiene en la cabeza para La Corredoria. Y la idea ha salido reforzada después de la reunión que el Alcalde mantuvo el miércoles en Madrid con Miguel Ángel Villanueva, vicealcalde de la capital de España y encargado de la distribución en distritos.

El caso de Madrid no es comparable con el de Oviedo. Allí hay 21 distritos y, de hecho, ese modelo es el que la ley de Grandes Ciudades trata de exportar al resto del país. Con todo, Iglesias Caunedo sí obtuvo detalles interesantes de cómo se puede orientar el gasto del porcentaje del presupuesto que cada distrito lleva asociado. Cómo se puede articular la participación de las asociaciones de vecinos, la forma en que debe funcionar el Consejo Social de la ciudad.

Los distritos de Madrid suponen en la práctica una gestión descentralizada del Ayuntamiento. En los distritos madrileños tienen hasta su propio secretario, interventor o gerente, porque la población es tan superior a la de Oviedo que algunos distritos madrileños superarían el conjunto de todos los ovetenses.

Pero esa forma descentralizada, aunque Caunedo quiere que el eje de actuación con los distritos pase por la administración electrónica, puede trasladarse, adaptándola a las necesidades, a La Corredoria. «El distrito de La Corredoria a medio plazo quizá sí tenga características demográficas para constituir una unidad administrativa específica que nos podría llevar a un funcionamiento diferente del resto de distritos».

En detalle, esa unidad administrativa supondría, por ejemplo, que La Corredoria tuviera sus propios funcionarios de rango, su jefe de servicio, por ejemplo, dependientes todos ellos del Consejo de Distritos.

Caunedo también pudo conocer en Madrid experiencias vecinales de participación electrónica que quiere trasladar a Oviedo. «El objetivo final no es que las asociaciones hablen en nombre de los ciudadanos, sino que ellos den su opinión sobre los temas, y ésta es una buena vía». Caunedo citó experiencias en Madrid sobre cuestiones concretas en las que la participación electrónica, identificándose a los ciudadanos con mecanismos eficaces y rigurosos, ha permitido a los vecinos tomar decisiones sobre proyectos de sus barrios.