Ch. N.

Hace tiempo que los hosteleros, en especial los que tienen negocios en el corazón del casco antiguo, denuncian que el «botellón» perjudica seriamente sus negocios e, incluso, hace intransitable buena parte de la zona vieja de la ciudad. La plaza del Sol, en concreto, y según el relato de los responsables de varios negocios en la zona, se colapsa a partir de determinada hora de la noche de jóvenes de «botellón». No es la única zona. En la plaza de Riego también sucede lo mismo, en menor medida, y en la plaza del Paraguas, y en la zona de la casona de Regla y en el Campo San Francisco, aunque en este último lugar no provoca quejas de vecinos ni hosteleros, pero sí abundantes cantidades de basura. La Policía Local trata desde ayer de combatir esos nuevos focos de «botellón» con más presencia de agentes.

Desde ayer, y a raíz de una reunión mantenida esta semana entre miembros del equipo de gobierno y representantes del sector de la hostelería, la Policía Municipal doblará su servicio los fines de semana a la hora del «botellón».

En concreto, el dispositivo que ayer se puso en marcha por primera vez pasa por incorporar doce agentes de refuerzo, que se sumarán a los diez que ya patrullaban en este horario. En total serán veintidós agentes, once patrullas, que los viernes empezarán a recorrer las zonas de «botellón» desde las ocho de la tarde y los sábados lo harán un poco antes para reducir también el «botellón» de la gente más joven.

Según explicaron fuentes de la Policía Municipal, este grupo de refuerzo se dedicará exclusivamente al «botellón» y tratará de reducir la presencia de los jóvenes en estas zonas de la ciudad.

El objetivo, explicaron las mismas fuentes, no es recaudatorio. «De lo que se trata», detallaron, «es de que se cumpla la ordenanza de convivencia ciudadana, de forma que los agentes explicarán a los jóvenes que no se puede beber en la calle, que está prohibido, e intentarán estar en el lugar antes de que se forme el "botellón" para actuar de forma disuasoria. El refuerzo no se pone para denunciar ni para sancionar, sino para informar y evitar que se forme el "botellón"». Los agentes tratarán de «perseguir» los distintos itinerarios de los jóvenes de «botellón» para desactivarlos. Ésta no es la primera vez que la Policía Local trata de reducir el «botellón» en áreas concretas de la ciudad, que ya se eliminó hace años de zonas como Llamaquique y la calle del Rosal. Y que ahora está centralizado en el Campo y en el Antiguo.