E. F.-P.

El club de campo del Centro Asturiano de Oviedo, en la ladera del monte Naranco, disfruta de unas vistas excepcionales sobre la ciudad y si se alza la mirada hacía el horizonte ofrece una panorámica única de la cordillera Cantábrica. Para disfrutarla más detenidamente, localizando y dando nombre a cada uno de los picos que se aprecian a lo lejos, la dirección del Centro ha instalado sobre el nuevo pabellón infantil inaugurado el pasado 23 de marzo una fotografía mural en la que se aprecian diáfanamente las montañas y los accidentes geográficos, todos ellos claramente identificados.

El panel se ha situado en un espacio que simula un mirador y que ha sido habilitado en los jardines que se extienden ante el edificio principal del club del Naranco y bajo los que se encuentra el nuevo pabellón de recreo infantil diseñado por los arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia.

Ahora, el Centro Asturiano ha editado un desplegable para que los socios puedan disponer, en sus casas, de la guía que ayuda a identificar la Cordillera.

De la sierra del Cuera a la de Begega, en Belmonte de Miranda, el folleto que reproduce el panel ayuda a situar lugares tan emblemáticos de la montaña asturiana como Torrecerredo, la montaña más alta de Asturias(2.648 metros), pero también Tiatordos, de 1.950 metros; Torres, que se eleva hasta los 2.100 metros; Huevo Faro, con 2.156 metros; Cellón, que asciende a 2.028 metros, y Peña Negra, en Somiedo, de 1.836. También es posible observar La Grandota, en el concejo de Oviedo; los puertos de San Isidro, Pajares y Pedrafita; Peña Mea, el Angliru, en Riosa; Caldoveiro, en Yernes y Tameza o el Picu Castiellu en Belmonte de Miranda.

Este balcón natural permite, además de disfrutar de la belleza del paisaje montañoso, sobre todo cuando brilla por la nieve que lo cubre, ubicar al espectador en cada accidente geográfico. Toda una lección de naturaleza asturiana.

El folleto, editado en color, se distribuye en una carpeta con el título «El balcón de Oviedo», ilustrada con una imagen reciente del edificio del club de campo, en el que ya se aprecia el recién inaugurado pabellón infantil.