I. FAES

¿Cómo lograr montarse a lomos de un caballo salvaje en apenas 40 minutos? La respuesta la tiene el adiestrador ecuestre mexicano Chico Ramírez, y ayer la ofreció de forma práctica en una demostración de manejo natural del caballo en las fiestas de Premoño, ante cientos de espectadores.

El mexicano, en medio de una gran expectación, se encerró en un corral con un ejemplar árabe que llevaba cinco años en el monte y no había tenido contacto con el hombre. El único instrumento utilizado por el domador fue una pequeña cuerda. El animal, visiblemente nervioso, saltaba cada vez que Ramírez intentaba acercarse.

«Esto lleva tiempo. Hay que preparar al caballo. Los primeros intentos nunca van a dar resultado. Es como subir una escalera, todavía estamos en los primeros peldaños», indicaba el adiestrador mientras controlaba al animal con la cuerda.

El caballo poco a poco cogía confianza. Ramírez empezaba a amagar con subirse a su lomo. Primero se apoyaba con su cuerpo en el lomo y luego pasaba una pierna por encima. Tras varios intentos lo consiguió, aunque en ese momento el público rompió en aplausos y el caballo se asustó. El mexicano se bajó rápidamente, controló la situación rápido y advirtió: «Ya ven que cuando me monte no deben aplaudir, esperen a que tenga los pies en el suelo».

Entre tanto, la serenidad del domador ante el animal salvaje dejaba atónito al público que guardaba absoluto silencio. Ramírez se lo tomaba con calma y pedía a un espectador que le dejara dar un trago a su cerveza. Más tarde se pasaría a la sidra para terminar con su bebida, el tequila.

Mientras el adiestrador se afanaba en controlar al caballo, entre el público se lanzaba un consejo: «¡dale más cuerda!». El mexicano respondió al espontáneo, argumentando que es un desgaste de energía innecesario para el animal. «Los caballos son muy listos. Ya sé que en los libros de los expertos se dice que hay que dar cuerda. No se crean todo lo que sale en los libros», sentenció Ramírez.

Poco más de media hora después de conocerse, el caballo permanecía sumiso y se dejaba montar -aunque sin silla- por el adiestrador. Ramírez le enseñaría más tarde a agacharse y a soportar la silla de montar sobre su espalda.

«Ahora no lo puede montar cualquiera. El liderazgo es algo personal», señalaba el domador mexicano. «Aunque si yo se lo pido, es posible que se deje montar por otra persona», añadía.

Chico Ramírez es experto en el manejo natural del caballo. El adiestrador estuvo en Premoño toda la semana impartiendo un curso sobre esta técnica.

Además, ayer tuvo lugar la tradicional ruta a caballo, dentro del programa festivo. Hasta el lugar se acercaron numerosos aficionados con sus respectivos caballos para pasar una divertida jornada equina. Después del paseo se realizó una carrera de cintas.