P. GONZÁLEZ

«La ley de aquí es más suave, te dejan pasear (risas)». Ésta es una de las conversaciones telefónicas contenida dentro del sumario de la «operación Galera», que ha supuesto la detención de una banda albano-kosovar y asturiana a la que se le achaca casi una veintena de robos por el método del butrón en dos bancos y varios polígonos industriales de la región. La conversación la mantiene el presunto cabecilla de la banda, A. R., con una persona no identificada y viene a resumir la situación que las bandas del Este se encuentran en España, según vienen denunciando diversos colectivos desde hace tiempo.

Una prueba evidente es que A. R., de 34 años y natural de Kosovo, tiene un largo historial delictivo por hechos similares que arrancó en 2001. Tiene 16 detenciones por robos en Valencia, Gerona, Navarra, Seseña (Toledo), Leganés, Ferrol, Mérida, Madrid y Fuenlabrada. Sobre él pesa una orden de expulsión del país por delitos que cometió bajo otra identidad y una orden de detención de un Juzgado de Figueras (Gerona) para entrar en prisión.

Lo mismo ocurre con otros miembros de la banda, que ya cayeron en operaciones similares de la Guardia Civil contra este tipo de grupos organizados llevadas a cabo en otros lugares del país. Casos como éste son los que quiere erradicar el Gobierno de Mariano Rajoy con la modificación del Código Penal. La intención del Ministerio de Justicia es agravar las penas para los acusados de robos con fuerza, a los butroneros y a los «aluniceros» multirreincidentes.

Con el Código Penal actual, y al considerarse un delito continuado, las penas serían menores que si se abordaran como hechos independientes.