Pablo CRESPO

Con la generalización del apagado selectivo de luminarias, que empezó el año pasado en la zona rural, y el desmontaje de un par de brazos en todas las farolas del municipio, el Ayuntamiento de Oviedo prevé ahorrar 397.000 euros en la factura de la luz del año que viene. El objetivo es reducir el elevado gasto en electricidad, aunque sea a costa de la amputación de los brazos de las farolas isabelinas, tan características de la etapa de Gabino de Lorenzo en la Alcaldía.

Los ajustes empezarán con el apagado selectivo de las farolas, que no es nuevo. Ya se venía haciendo en mayo, junio, julio y agosto, ajustándolo al horario de la puesta de sol. Ahora, durante todo el año, las luminarias se encenderán directamente con dos focos menos. Esto significa que las que tienen tres brazos, por ejemplo, sólo encenderán uno, las de cuatro dos y las de cinco pondrán a funcionar únicamente tres. «El ahorro es doble, en potencia y en consumo», comenta el concejal de Economía, porque además de gastar menos, explica, el Ayuntamiento podrá contratar una menor potencia.

Desde el año 2008, el Ayuntamiento ha reducido la potencia del alumbrado urbano. Antes de ese año era de 525 vatios, ahora esa potencia sólo se mantiene en horario de pleno nivel, cada vez menor en favor del selectivo, en el que es de 175 vatios. A partir del año que viene será esa la potencia en todo el horario de encendido y a partir de 2014, con la incorporación de tecnología LED, se reducirá hasta 50 y 25 vatios.

Ya en septiembre, los brazos de los focos que no se utilizan serán desmontados y retirados. La poda se realiza para evitar que su sombra interfiera en la iluminación y rebaje su intensidad. Además, las antiguas farolas se adaptarán a las bombillas LED, de bajo consumo.

Las farolas isabelinas, tan características del mandato de Gabino de Lorenzo, se adaptan a los nuevos requerimientos energéticos, unificándolas con las nuevas luminarias instaladas en la periferia de la ciudad, con un diseño más actual, de estructura sencilla y con una sola luminaria. Éstas sustituirán paulatinamente al anterior modelo y rompen con la estética clásica que el anterior Alcalde impuso en la ciudad.

Hay una excepción a todos estos recortes lumínicos, advierte Jaime Reinares, y es la que afecta a las farolas que iluminan pasos de peatones, que mantendrán todos sus focos operativos para asegurar la buena visibilidad. Por lo demás, los niveles lumínicos se reducirán en todo el concejo, tanto en la zona rural como en el centro de la ciudad. «La luminosidad de Oviedo es más que suficiente», afirma el concejal.

La adopción de todas estas medidas responde a varios factores, tanto a la situación económica actual como al encarecimiento del precio de la energía eléctrica y a las directrices del plan de ahorro energético que se ha impuesto el propio Ayuntamiento y las directivas europeas.