Ch. NEIRA

Nadie quiere la losa de Santullano. Por más que el equipo de gobierno haya recordado estos días que no renuncia a que el Principado cumpla su promesa y ponga en marcha el gran proyecto para unir los barrios de Teatinos y la Tenderina/Ventanielles soterrando la autopista, los vecinos, los hosteleros, los ecologistas y casi todo el mundo urgen también soluciones pero mucho más sencillas, económicas y menos arriesgadas. La idea de transformar el último tramo de la «Y», ahora de titularidad municipal, en un bulevar cobra fuerza después de que Foro haya logrado que el PP acepte una enmienda para estudiar su propuesta en este sentido.

Lo que Foro plantea, relacionado directamente con la protección al templo prerrománico de San Julián de los Prados, es alejar veinte metros el trazado de la autovía de la iglesia, con una franja verde cuyos árboles y arbustos servirían también de apantallamiento natural. Foro propone que la autopista se «corte» a la altura del puente de Ángel Cañedo mediante una nueva glorieta que marcaría el comienzo del nuevo tramo urbano y desde donde, además, enlazarían dos nuevos viales, uno de enlace con Ventanielles y la Tenderina y otro de salida a la autopista desde El Milán y Teatinos. Foro estima que su proyecto podría estar presupuestado entre 12 y 15 millones, «menos de una tercera parte del coste de la losa», matizan.

En parecido empeño, de los nuevos movimientos vecinales surgidos en Ventanielles por la oposición a la nueva conexión a la «Y» y del apoyo de los grupos de urbanismo del 15-M ha nacido otra propuesta de bulevar para la zona. La han desarrollado vecinos de Ventanielles, Guillén Lafuerza y La Monxina en un taller colaborativo que tuvo lugar la semana pasada y que se retomará en enero. Estos vecinos consideran «insuficiente» el planteamiento de Foro, pues, aunque están de acuerdo con que se proteja San Julián de los Prados, piensan que «los 15.000 habitantes que están sufriendo niveles de ruido superiores a los máximos saludables también merecen alguna protección». Por ello, su propuesta de bulevar empieza mucho antes. Al menos, en Guillén.

En los talleres celebrados la semana pasada se propuso que en los dos últimos kilómetros de autopista se conviertan en un corredor verde, cuya sección incluiría un paseo central peatonal de casi 12 metros de ancho, calzadas con doble carril pero más estrechas a ambos lados, un carril-bici y un carril-bus en dirección Oviedo para facilitar el acceso rápido de los autobuses de transporte público que vengan de la autopista, y en las zonas laterales un tratamiento de zona verde con recorridos por sendas peatonales.

Los vecinos, y en esto coinciden también con una propuesta realizada por el grupo de Izquierda Unida, reclaman que el medio millón de euros que el Ayuntamiento tiene previsto gastar en la construcción de una pasarela peatonal que sustituya la que conecta ahora Los Prados con Ventanielles se sustituya por un simple paso de peatones en superficie, regulado con semáforos, resolviendo el desnivel hasta el centro comercial de manera natural, mediante una escalera y una acera que discurriría por el actual ramal de incorporación a la autopista en dirección al centro comercial.

Pero ni vecinos ni Foro ni IU son los únicos en apoyar el proyecto de un bulevar. Miguel Ángel de Dios, presidente de la junta local de hostelería de Teatinos y vecino del barrio «de toda la vida», habla contra una autopista que «separó los barrios y nos separó del centro». «La propuesta de echar los carriles lejos y convertir en bulevar ese tramo sería muy importante para la hostelería y el comercio, crearía un eje económico», relata, «y también para el centro comercial, porque la gente podrá ir andando de forma más fácil».

Santiago Camporro, presidente de la asociación de vecinos Paulino Vicente, de Teatinos, a pesar de haber mostrado su apoyo al nuevo pinchazo a la «Y» que puso en pie de guerra a los vecinos de Ventanielles, muestra en este caso su apoyo al bulevar, un proyecto, insiste, «que siempre defendimos». Camporro descarta el proyecto de la losa, cuyo coste juzga «una auténtica brutalidad». «No se está para hacer un esfuerzo de esa naturaleza, y por eso cualquier otra solución para arreglar lo que la autopista estropeó es perfecta».

Más favorable al bulevar todavía y más opuesto a la losa se muestra el presidente de la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA), Carlos Lastra. Su asociación fue la primera en oponerse públicamente a la losa y en reclamar una solución como la que ahora todo el mundo coincide en defender. Lastra destaca los estudios de Tecnia que en su día hicieron públicos alertando de la peligrosidad de romper la capa freática a la altura de Santullano, con riesgo de derrumbe del templo, en un proceso similar al accidente del barrio de Ventanielles cuando se hizo el aparcamiento.

ANA, que pensó que el proyecto de la Losa estaba totalmente descartado, envió este año una carta al nuevo alcalde, Iglesias Caunedo, reclamándole un rechazo expreso a la losa de Santullano, junto a otras peticiones sobre Oviedo. Alcaldía nunca contestó a su carta. Frente a la visión de la crisis como paréntesis para este tipo de proyectos, Lastra reclama aprovecharla «para replantear estos planes y olvidarse del grandonismo y de las cosas éstas del ladrillo», zanja.