Ángel FIDALGO

La Virgen Peregrina de Czestochowa, patrona de Polonia, llegó ayer por primera vez a Oviedo. Y lo hizo durante su peregrinación por todo el mundo en el que deja un mensaje de defensa de la vida. Numerosos fieles la esperaban a la entrada de la Catedral, donde el arzobispo, Jesús Sanz, la recibió en un acto solemne. Esta peregrinación está promovida por las asociaciones provida católicas contrarias al aborto. Ya en el interior de la primera iglesia de la diócesis, el arzobispo destacó el mensaje de defensa de la vida que lleva la Virgen Peregrina, para después dar lectura del Primer libro de las Crónicas.

«No al aborto y no a la eutanasia», insistió Jesús Sanz, para después advertir de que «los enemigos de la vida lo son de la familia, desde políticos a comunicadores». Después se rezó el rosario que dio paso a la tradicional misa de Navidad, que fue cantada por el coro mixto «Reconquista».

Por la mañana, en la iglesia de San Francisco Javier, de la Tenderina, un grupo de niños que preparan la confirmación repartió entre los fieles que asistieron a las dos últimas misas de la mañana «La luz de la paz» en pequeñas velas. «Y lo hacemos recibiendo la luz de Belén, que en su basílica encendieron un grupo de scouts, que fue recogida por otros austriacos y posteriormente por suizos, que es de quien nos llega», explicó el párroco, Alberto Reigada, al tiempo que pedía ayuda para los más necesitados.