Un escolar sufre violencia o acoso cuando de forma reiterada y prolongada se ve sometido a los actos negativos de otro u otros escolares. El fenómeno del acoso escolar ha aumentado en nuestro país, sobre todo por la utilización de las nuevas tecnologías. Afortunadamente, también ha aumentado la conciencia de los agentes implicados. En España se estima que un 1,6% de los niños y jóvenes en edad escolar sufre acoso escolar de manera continuada y que un 5.7% lo sufre de forma esporádica. El Defensor del Pueblo señala que un 5% de los alumnos reconoce que algún compañero le pega. Según los últimos estudios del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) realizados sobre el acoso, un 49% de los estudiantes declaran que son insultados o reciben críticas, y un 13 % confiesan haber pegado a sus compañeros. Los estudios realizados sobre acoso ponen de relieve que en los países del norte de Europa es donde se da la menor incidencia, especialmente en los países del este. Por su parte, España ocupa un lugar intermedio.

Igualmente hay que tener en cuenta la relación que tiene el acoso escolar con el absentismo en las aulas. En nuestra ciudad el absentismo escolar ha bajado un 36% con respecto a los 5 últimos años, logrando reconducir al 30,58 por ciento de los 85 menores absentistas, fruto del convenio de colaboración entre el Gobierno local y regional.

Como representante del Partido Socialista en la Comisión de Absentismo Escolar no puedo más que mostrar mi satisfacción por los resultados de este programa de prevención. Pero también soy consciente que detrás de cada caso se encierra un drama familiar, acoso, baja autoestima, desmotivación, etc., y la manera de combatirlo es teniendo una mayor comunicación con los niños y jóvenes, pues si sabemos las causas sabremos también la mejor manera de actuar.

En abril pasado se desarrolló el IV encuentro entre Entidades Locales sobre Acoso. Uno de los temas tratados fue la actuación del denominado Agente Tutor de la Policía Local. Este policía-tutor, que tiene una formación especial en acoso escolar, realiza su intervención una vez que tiene conocimiento de los hechos por parte del centro escolar, por parte de la víctima, sus padres o tutores legales, o bien a través de las redes sociales. Una vez tiene conocimiento de los hechos, realiza un seguimiento del caso, presta su asesoramiento profesional, puede interponer denuncias y según la gravedad del caso comunicarlo a la Fiscalía de Menores. En otro tipo de actuaciones los agentes tienen asignados un número determinado de centros escolares con los que mantienen contactos periódicos. Todas estas actividades se complementan con acciones de sensibilización, encuestas y un teléfono para denunciar los casos que se presenten o bien asesorarse sobre el acoso.

Las medidas y experiencias de otras comunidades son esenciales. Este es un derecho que tienen todos los niños y niñas a ser protegidos de todas las formas de violencia y los Ayuntamientos tenemos que estar al servicio de las demandas ciudadanas, especialmente para prevenir y defender los derechos esenciales.