Los padres de los 320 alumnos del colegio Carmen Ruiz-Tilve están desesperados. La noticia de la paralización de las obras de ampliación del centro -dada a las familias por el director general de Personal Docente y Planificación Educativa, José Antonio Fernández Espina- ha caído como un jarro de agua fría en la comunidad educativa de la tercera escuela pública de La Corredoria. "Es la gota que colma el vaso y nos hace sentirnos impotentes, tristes y cabreados", dice el presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA), Francisco Cimadevilla, que ha perdido la esperanza de que el colegio estrene el aulario de Primaria en 2015. "Este curso los críos podrán ir a clase repartiéndose entre las aulas del edificio principal y los barracones prefabricados que nos está instalando Tragsa, pero el curso siguiente vuelve a ser una incógnita", insiste Cimadevilla.

Los padres y profesores del Ruiz-Tilve reclaman desde 2010 la finalización del centro, que está a medio hacer porque no tiene unidades para los niños de 6 a 12 años. El aulario proyectado de Primaria, con capacidad para acoger a 450 niños más, tiene tres plantas y una pista cubierta exterior para las clases de Educación Física y actividades extraescolares. Además, el nuevo edificio contará con biblioteca, despachos, sala de usos múltiples y vestuarios que descongestionarán el todavía único inmueble del colegio, usado por los alumnos y profesores de todos los niveles educativos. El aulario estará conectado con el comedor y la cocina por un paso en el primer piso.

Una vez que el proyecto constructivo fue aprobado, el Principado barajó la posibilidad de trasladar temporalmente a los alumnos del Ruiz-Tilve al colegio público San Pedro de los Arcos, en el Naranco, al igual que hizo con los del Dolores Medio, pero finalmente las familias optaron por instalar una caseta prefabricada en el patio como solución transitoria. "Menos mal que tendremos las aulas prefabricadas porque sino los guajes tendrían que ir a otro colegio sí o sí", comenta el portavoz de los padres del Ruiz-Tilve, que se decanta porque la Consejería de Educación adjudique la obra de ampliación del colegio a otra empresa "con la mayor brevedad posible para no hacernos sufrir más".