Palmira Morán, de 93 años, volvió a nacer el miércoles en la vía del tren. La mujer salió prácticamente ilesa del atropello de un convoy de Feve, a escasos metros de su casa en Las Mazas. Todo apunta a que la anciana, operada de la cadera hace tres meses, tropezó al tratar de cruzar la vía y quedó tendida de forma longitudinal sobre el trazado ferroviario, entre los raíles, de tal forma que el tren pasó sobre ella dejándole tan sólo unas contusiones en la cabeza y una pierna. Las ruedas cortaron de cuajo la chaqueta de mujer, que reposaba sobre una de las vías. Veinticuatro horas después del suceso, ayer, la superviviente al atropello del tren volvía a casa, donde los vecinos esperaban para abrazarla, muy emocionados. "¡Es un milagro!", clamaban.
Pero Palmira Morán no se acuerda de nada. No sabe cómo llegó a las vías, ni al hospital. La impresión fue tal que ha decidido borrarlo de su memoria. Cuando la encontraron, los testigos que acudieron a socorrerla aseguran que la mujer no paraba de repetir una vez tras otra: "¡Quitadme de la vía, que me pilla el tren!". Sin embargo, ya no recuerda nada. "Ella no iba para el autobús, a lo mejor estaba desorientada. Creemos que pudo tropezar, pero ella no recuerda nada y nadie lo vio", indica la hija de Palmira Morán, Ángeles Suárez.
El suceso tuvo lugar a las cuatro y media de la tarde del miércoles. Un tren de Feve que circulaba en dirección a Oviedo pasó por encima de la mujer, que estaba tendida sobre la vía. Al parecer, el conductor la vio, pero no le dio tiempo a accionar el freno, aunque el tren finalmente paró unos metros más adelante.
Una vez activados los servicios de emergencia, hasta el lugar se desplazó una ambulancia que trasladó a la mujer al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con policontusiones. "Tiene un golpe en la cabeza y en las piernas. Quedó en observación y hoy -por ayer- le dieron el alta", explica la hija de Palmira Morán. Los vecinos recibieron ayer emocionados a la nonagenaria, a la que colmaron de abrazos y besos. "No se puede creer que un tren le haya pasado por encima, yo vi la chaqueta cortada por las ruedas del tren...", aseguraba Sebastián Moyano.
Sin embargo, el sentimiento de alegría de los vecinos de Las Mazas por la buena suerte de Palmira Morán se mezclaba con el de indignación, puesto que llevan años reclamando una pasarela para evitar las vías del tren. La zona en la que fue atropellada por un convoy de Feve la mujer es usada a diario por los vecinos -admiten que de forma imprudente aunque no tienen muchas más alternativas- para llegar al autobús.
La Guardia Civil de Tudela Veguín se ha hecho cargo de la investigación del suceso, en el que intervinieron efectivos de la unidad de Policía Judicial de la Benemérita, que recabaron testimonios en el lugar del suceso.
