El Faan Fest tenía ayer en cartel un serial de grupos cuyo paso musical se ajusta al lado más potente del rock: el punk y sus derivados. Así pues, para el relato del concierto de "Bad Religion", que era el grupo estrella a esperar, hay que conformarse con la primera parte la sesión, puesto que arrancó a última hora para mantener la tensión y expectación de los aficionados que ayer se dieron cita en la carpa de La Ería. Más de seis mil fieles, de todas las edades y de distintos lugares de España, dándolo todo, con enérgicos "pogos" incluidos.
No obstante, "Bad Religion" fue todo un chorro de energía para el público, que ya venía con una potente dosis de rock and roll del resto de día y con la anterior actuación de "Supersuckers", que dieron el arreón previo.
Porque este festival rockero montado en la explanada del Tartiere abrió por la tarde y durante esas horas previas el personal se desmandó todo lo que pudo con grupos como "Acid Mess", banda que ya sabe lo que es dominar la escena local; "Desakato", otro grupo que desenfunda su potencia en cada sesión; "Imperial state electric", con esa fuerza distribuida entre punteos de guitarra y la voz acelerada de su cantante.
También se subieron al escenario "No fun at all", esencia noventera de base rítmica a golpe de potentes riffs guitarrísticos.
Y en la parte final, los "Supersuckers" con sus vuelos y sólidas "maniobras instrumentales". Lo cierto es que, entre unos y otros, fue pasando la tarde y la noche, enlazada con muchos vatios y "algún" refuerzo con la explosiva afición.
Eso sí, los grandes esperados eran "Bad Religion" y, a pesar del paso de las horas, la gente los aguardaba con ganas para ver cómo certificaban su energía. Estos grupos tan formados y con tanto historial a sus espaldas son siempre bien recibidos, especialmente cuando hay tras ellos un nutrido número de fieles que, además, aúnan a varias generaciones.
Fue el Faan Fest un festival que funcionó. Y bien. Ya en la primera hora, la organización calculaba que mil personas se habían reunido en la carpa de La Ería. A lo largo de las seis que todavía faltaban se fueron sumando espectadores, calentando motores y subiendo la temperatura del recinto para una noche con la atracción de "Bad Religion", pero que también se completó, a la vista de lo sucedido y demostrado sobre el escenario, con un ramillete de bandas que dieron el nivel y dejaron a la gente satisfecha de escoger La Ería para la noche de los fuegos.
