Los policías locales de Oviedo tendrán que "cuadrarse" y dirigirse a sus superiores y a las autoridades con el "saludo militar", entre ellos "al alcalde y a sus ediles". Al menos eso es lo que denuncian los representantes del Sindicato del Área de Seguridad (SAS), que critican con dureza la última "orden de servicio absurda" que ha recibido la plantilla, unas instrucciones firmadas por el Comisario principal y por el concejal de Seguridad Ciudadana en las que se detallan las obligaciones que han de poner en práctica los agentes en materia de "uniformidad" y "saludo reglamentario".

La orden de servicio recoge que los policías que lleven uniforme y "prenda en la cabeza" deben llevar "la mano derecha extendida y con los dedos unidos de forma natural hasta tocar el dedo corazón el lateral derecho de la prenda de cabeza, bajando la mano seguidamente". Además, "durante la ejecución del saludo, el brazo izquierdo permanecerá extendido en paralelo con el cuerpo". Si los agentes no llevan gorra el saludo "se efectuará de pie, con los brazos situados en paralelo con el cuerpo". Por otro lado, "el subordinado" hará el saludo a sus superiores jerárquicos acompañándolo con la expresión "a sus órdenes". y se volverá a repetir "el saludo militar".

"Nadie discute que un colectivo de más de doscientas personas está necesitado de unas mínimas normas de comportamiento e interrelación entre sus miembros, pero cuando estas normas se determinan sin la negociación preceptiva con las organizaciones sindicales y tienen como fundamento una reacción impulsiva ante unos hechos muy concretos y puntuales, porque unos policías fueron descorteses con el alcalde de la ciudad, el resultado es esta instrucción que huele a rancio y tiene connotaciones cuartelarias", señala el sindicato denunciante a través de un escrito. Y es que los representantes del SAS sostienen que esta "persecución" a los policías locales tiene su origen "en un conflicto que tuvo el alcalde con dos agentes" durante las fiestas de San Mateo, concretamente "el día de los fuegos". Según mantiene el SAS, "parece ser que no lo saludaron y que se cabreó un montón, pero si algún compañero lo ha hecho mal hay otras formas de exigirle disciplina y no hace falta exigir cosas que no se han visto nunca en Oviedo en los últimos 30 años".

El Sindicato del Área de Seguridad insiste en que la orden de sus superiores no debería de ser aplicada. "Lo absurdo de esta instrucción es que si hasta ahora nunca se utilizaron estos términos militarizados, no se van a emplear. Lo peligroso de esta instrucción es que en manos de la Jefatura supone una amenaza y una justificación para actuar contra aquellos miembros de la Policía Local que no sean del agrado de los jefes", recoge el comunicado del SAS. Además, los representantes sindicales denuncian que la orden es "una mala copia" de la resolución "que en tal sentido dictó la Dirección General de la Policía" para la Policía Nacional. De hecho, "se habla del tipo de saludos que hay que hacer si vas a caballo, con perro o con armas largas cuando en nuestro cuerpo no hay nada de eso". Para el SAS, "es lamentable que tan solo se tengan en cuenta para las policías locales las disposiciones restrictivas, negándoles en cambio derechos tales como la segunda actividad o la jubilación anticipada".

Respuesta

Desde la jefatura de la Policía Local no se ven las cosas igual. "Lo que estamos exigiendo está dentro de la normativa y no es nada nuevo. Habrá quien quiera tergiversar las cosas, pero el espíritu de esta orden no es más que garantizar el máximo respeto de un cuerpo que ha de ser modélico hacia la sociedad, sobre todo hacia los ciudadanos", destacan fuentes del cuerpo. "Nuestro comportamiento ha de ser ejemplar y eso es lo que se pide, nada más allá. No hay que darle más vueltas", mantienen las mismas fuentes. El concejal de Seguridad Ciudadana, Gerardo Antuña, se expresó en la misma línea. "La parte política no pone las normas a seguir en la policía. Se trata de una instrucción del Comisario principal y por eso la apoyamos. Está claro que es exigible que los policías tengan un respeto y un comportamiento intachable y, como hemos hecho siempre, se lo pediremos".