Las familias del colegio de Las Campas partidarias de que sus hijos acudan temporalmente a otro centro durante las obras de ampliación de la escuela han comenzado una campaña de recogida de firmas con un doble objetivo: presentar el documento ante la Consejería de Educación para intentar evitar que los alumnos convivan con las máquinas excavadoras en los próximos meses, y saber el número exacto de estudiantes que están dispuestos a cambiar de colegio. Unas cincuenta familias firmaron ayer la circular en el transcurso de una reunión celebrada en el centro de actividades del barrio de La Florida. En el texto, aclaran que "esperamos nos remitan a la mayor brevedad posible una propuesta de la Consejería, de manera que podamos evaluarla y negociarla". Es decir, los padres no han propuesto un colegio alternativo y presentarán el viernes la lista definitiva de firmas.

Una de las principales preocupaciones de las familias que defienden el traslado temporal es que, si la consejera Ana González autoriza la mudanza, sólo vaya al nuevo centro un grupo reducido de niños en lugar de toda la comunidad educativa. Este último caso es el del colegio Dolores Medio, que lleva dos años de prestado en San Pedro de los Arcos, en el Naranco. Los profesores y niños de la calle La Luna y el Naranco conviven desde hace nueve meses en el colegio San Pedro de los Arcos. Hay dos listas de alumnos de 170 niños, dos claustros de profesores y dos directores; Francisco Santos y María Felisa Álvarez. Todos comparten el espacio pero no las aulas, de forma que las escuelas funcionan de forma independiente, aunque los chavales coincidan en los pasillos, el comedor y el recreo. El Gobierno regional renovará las dos cubiertas laterales del Dolores Medio para mejorar su aislamiento y eficiencia térmica, y sustituir toda la instalación eléctrica, por un importe de 151.235 euros. La consejera Ana González anunció en febrero estas obras como la segunda fase de una rehabilitación integral que, en un principio, sólo incluía el acondicionamiento de la cubierta principal y la reestructuración de la parte central de la última planta, dañada por el paso del tiempo y la acción de los insectos.

En Las Campos, la consejera de Educación está dispuesta a instalar cuatro módulos prefabricados en el patio del colegio, que hagan las veces de aulas, para calmar la inquietud de las familias. Son muchas las que creen sus hijos no estarán seguros durante la ampliación. Sin embargo, los padres rechazan esa posibilidad y argumentan que "sería mejor poner sólo dos módulos en septiembre, cuando la obra ya esté casi terminada, para acoger a los nuevos matriculados", y que la constructora haga la obra en verano "cuando hay más horas de luz, hace mejor tiempo y no hay 400 niños corriendo".