Poco se imaginaba Sara Martínez que pasaría una Nochebuena tan triste y dolorida: ella con el brazo en cabestrillo y totalmente magullada; su madre, Joaquina Fernández, con un fuerte golpe en la cabeza, que la mantiene ingresada en el área de Neurocirugía del Hospital Central. Ambas estaban esperando a que el semáforo se pusiese en verde, cuando fueron víctimas del atropello múltiple del pasado miércoles en la Escandalera, provocado por un conductor medicado de 71 años que aceleró, en vez de frenar. "Solo sé que estábamos cerca del parque San Francisco. No sé si estábamos cruzando. Realmente no recuerdo el momento del golpe. Sólo sé que recuperé la conciencia un tiempo después, cuando ya estábamos en el suelo", señaló esta joven actriz de 29 años, que trabaja en Madrid y que ha tenido que solicitar una baja laboral.
Y es que el golpe le ha dejado una lesión en el hombro, que le obliga a llevarlo inmovilizado. "Pero no solo el hombro: recibí un golpe en la cabeza, en la espalda, en la pierna...", relató la joven. Lo peor, sin embargo, son las secuelas psicológicas de una experiencia así. Sara Martínez confesó que ahora le cuesta acercarse a los coches. "Hoy (por ayer) es la primera vez que salgo de casa. Ahora tengo un poco de miedo de cruzar la calle. Es una experiencia muy fuerte, un impacto así, sin comerlo ni beberlo", indicó la joven, que teme el momento de viajar en autocar a Madrid.
Lo que realmente le preocupa a esta joven es el estado de su madre, Joaquina Fernández, de 58 años, que recibió un fuerte golpe en la cabeza y tiene magulladuras por todo el cuerpo. "Va mejor. Está pendiente de pruebas y podrían darle el alta mañana (por hoy sábado) o el lunes", indicó el marido de la mujer, Emilio Martínez Ortega. "El golpe en la cabeza le ha dejado un pequeño hematoma cerebral, pero los médicos son optimistas", añadió.
Respecto al conductor que provocó el atropello múltiple, con siete heridos, Emilio Martínez no quiso ser excesivamente duro. "Que esta gente conduzca es un peligro. No pido que le metan en la cárcel, pero sí que le quiten el carné de conducir y no pueda coger un coche jamás. Nos ha hecho una faena estas Navidades", indicó el hombre.
El conductor, que quedó en libertad anteayer jueves, aseguró al juez que le había entrado un vahído y había pisado el acelerador en vez del freno. Además, indicó que no era consciente de haber atropellado a nadie. De hecho continuó la marcha y fue detenido unos metros más allá por la Policía Local. El conductor, que quedó en libertad con cargos, estaba sometido a una fuerte medicación.
