"Las revueltas estudiantiles deberían estudiarse en clase porque las movilizaciones de mayo del 68 o la protesta de Tiananmén sirvieron para hacer un mundo un poco mejor". Lo dijo ayer la escritora y periodista Lola Larra en el Instituto Alfonso II, donde los alumnos analizaron el libro "Al sur de la Alameda. Diario de una toma", una novela gráfica de la que es autora junto al ilustrador Vicente Reinamontes.

Los adolescentes descubren en sus páginas parte de la historia más reciente de Chile, la llamada "Revolución de los pingüinos", en la que miles de estudiantes chilenos se manifestaron y ocuparon sus centros formativos en demanda de una educación pública de calidad.

Larra fue una de las personas que logró entrar en uno de los Institutos tomados por los estudiantes hace nueve años. Las notas que escribió entonces en un pequeño cuaderno fueron el germen de la novela publicada. Cuando ayer sacó el bloc y comenzó a leer, los adolescentes que llenaron el salón de actos del Alfonso II contuvieron la respiración. "Es la misma libreta", decían algunos por lo bajo y con un ejemplar del libro agarrado con la misma pasión con la que compran la novela de vampiros "Crepúsculo".

Larra destacó la importancia de que los "jóvenes adquieran un compromiso político" y abogó por la gratuidad de la enseñanza como base de una sociedad culta, formada y civilizada.

El ilustrador Reinamontes no pudo acudir al Instituto de la calle Santa Susana por obligaciones profesionales en Chile, pero la pareja está inmersa en una gira de presentación por España que los llevará en los próximos días a Gijón, Barcelona o Valencia, entre otros destinos.

"Muchos españoles han conocido esta novela en Chile porque se han ido a vivir allí", comentó la escritora, acostumbrada a ver cada día en su país de origen "a emigrantes en busca de una oportunidad laboral".