José Manuel Fernández Colinas, decano de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo, partió ayer de que "la ciencia no es en sí buena o mala", pero el químico alemán Fritz Haber (1868-1934) "es un paradigma" de la orientación que se le dé y con ese preámbulo presentó al catedrático de Química Inorgánica de la Universidad Complutense de Madrid, Miguel Ángel Alario y Franco, que dictó la conferencia "De la síntesis del amoniaco a la guerra química: Fritz Haber y la eterna paradoja. La ciencia aplicada al bien y al mal". El acto pertenecía al ciclo de conferencias de divulgación científica y tecnológica organizadas por Facultad de Química de la Universidad de Oviedo y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Alario, académico numerario de dicha institución, especialista en Química del Estado Sólido, profesor visitante en Cambridge o Berkeley, ha sido miembro del jurado de los Premios "Príncipe de Asturias", según indicó Fernández Colinas.

Fritz Haber, judío alemán, y Premio Nobel de Química en 1918, desarrolló en 1909 la síntesis del amoniaco, producto fundamental para la producción de fertilizantes y explosivos. "De todos los inventos del siglo XX, el amoníaco es el que más ha servido para el crecimiento de la población", explicó Alario, ya que "sin fertilizantes, y sólo con lo que hay en el suelo, no se podrían cultivar grandes cantidades de productos agrícolas". El conferenciante agregó que "después de la síntesis del amoníaco es cuando se comprueba con los datos demográficos el aumento de la población mundial, y en el presente se producen 500 millones de toneladas de fertilizantes al año y en la fabricación del amoníaco se emplea el uno por ciento de toda la energía del planeta".

Pero Haber, "el mejor químico de Alemania en su tiempo", también fue el inventor del Zyklon B, el pesticida de cianuro utilizado por los nazis en los campos de exterminio durante el Holocausto judío. "La ciencia es buena, pero el uso no es a veces edificante", reflexionó Alario, quien agregó que "la mitad de la familia judía de Haber muere en Auschwitz".