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MAGDALENA TORRENS MUNS | Ginecóloga, se jubila tras 29 años en el HUCA

"Son mejores las hormonas de la píldora que abortar o un embarazo no deseado"

"Hay que pensar en tener los hijos antes, no a los 40 años; a esa edad la sanidad pública ya no atiende"

Magdalena Torrens. MIKI LÓPEZ

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Magdalena Torrens Muns ha ejercido la ginecología en Asturias durante 29 años. Nacida en Barcelona, formada en la Universidad Autónoma de aquella ciudad y especializada en el Hospital Valle de Hebrón, se trasladó a Asturias con su pareja y en Oviedo se incorporó a la consulta de Planificación Familiar. Unos años después pasó a la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Recién jubilada, sus compañeros le ofrecen una cena-homenaje este viernes.

-Usted ha sido pionera en programas como el de planificación familiar o la detección precoz de cáncer de cérvix.

-Pionera no, la consulta de planificación familiar ya funcionaba cuando yo vine, desde el inicio de la democracia.

-Las mujeres llegaban con poca información.

-Había muchos mitos sobre los métodos anticonceptivos y se intentó hacer una labor de acercamiento. Era una consulta anónima, las mujeres no pasaban por el médico de cabecera, lo que facilitaba las cosas sobre todo a las adolescentes. No sé si hoy día aún tiene cabida una consulta como aquella. El acceso a la información hoy es mayor pero siguen existiendo mitos como el miedo a los anticonceptivos. Ahora se ha relajado mucho el uso del preservativo porque el sida se cura y en consecuencia ha aumentado la incidencia de infecciones y enfermedades de transmisión sexual.

-¿Aumentan las enfermedades de transmisión sexual?

-Y de papiloma virus, que origina el cáncer de cuello uterino.

-¿Dice que aún hay mitos sobre los anticonceptivos?

-Entre gente joven se oye mucho lo del miedo a hormonarse. Los anticonceptivos son medicamentos que llevan 50 años en el mercado y están muy comprobados. Son mejores las hormonas de la píldora que abortar o un embarazo no deseado.

-Cuando dejó la consulta de Planificación Familiar pasó a la reproducción asistida.

-Nos integramos en el servicio de ginecología, que también lleva el diagnóstico precoz de cáncer. Las mujeres han retrasado la maternidad, por los problemas laborales y los estudios. Se accede a la maternidad muy tarde, las mujeres son menos fértiles y necesitan acudir a la unidad de reproducción asistida del HUCA, la única pública de Asturias. La gente tiende a pensar que la sanidad lo soluciona todo, pero no es así. Hay que pensar en tener los hijos antes, no a los 40 años. A esa edad la pública ya no atiende.

-Las limitaciones sobre el acceso a la reproducción asistida siempre son polémicas.

-La ley de reproducción española es bastante flexible. Una cosa es la reproducción asistida en general y otra cosa es la pública. La pública tiene unos recursos limitados. En la privada una mujer se puede hacer los ciclos que quiera, pero en la medicina pública se limitan en edad, número de ciclos y condiciones, porque son tratamientos muy caros. En Asturias se amplió con el tratamiento a mujeres homosexuales, algo que se eliminó con la crisis, al considerar que esas mujeres no tenían un problema de esterilidad. El ahorro, sin embargo, no era significativo. La nueva cartera ya incluye este servicio.

-¿Qué demanda hay?

-La lista de espera estaba en 700 parejas, que esperan un año y medio. En Madrid hay cuatro o cinco años de lista de espera. Tenemos muchos éxitos, pero la gente cree que cuando llega a una unidad de reproducción va a salir con niño, y no es siempre así.

-¿Pros y contras del traslado del HUCA?

-El problema no es sólo el traslado, sino cambiar de hábitos de trabajo. Ha costado mucho y ha funcionado gracias a los profesionales. Y tenemos mucho trabajo informático. Ahora estamos orgullosos de nuestro hospital, las instalaciones han mejorado.

-En la prevención del cáncer de cérvix también ha habido avances, y está la vacuna contra el papiloma.

-Ha habido cambios en el cribado. Ya no se hacen revisiones anuales, sino cada tres años.

-¿Qué rutina ginecológica tiene que seguir una mujer?

-Una citología cada tres años a partir de los 25 años y una mamografía anual desde los 50. A partir de aquí ir al ginecólogo si hay algo anormal. En la pública no se ha demostrado que una revisión anual le evite tener más cánceres que si la hace cada tres. Y la vacuna no ha introducido cambios en el cribado.

-Ha habido mucho debate sobre la vacuna del papiloma.

-Es una buena vacuna. Surgieron algunos casos con efectos secundarios graves, pero excepcionales; también los hay en la vacuna del neumococo, y no se ha hablado tanto, y seguramente más frecuentes, porque la cobertura es mayor. El problema de la vacuna del papiloma humano es el precio. Si valiera un euro o fuera gratis no habría tanta discusión. La discusión no es si la vacuna es o no segura, que lo es, sino si hay que invertir en eso o en otros programas. Es una decisión política.

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