"Cada vez hay más niños en la consulta del psicólogo afectados por el divorcio de sus padres". El psiquiatra y profesor de la Universidad de Oviedo, Manuel Bousoño, analizó ayer la influencia de la separación parental en la salud mental de los miembros de una unidad familiar con especial atención a los hijos.

El abogado y presidente del grupo "Estudios de Familia y Género" (Efyge), Alfonso Paredes, presentó el acto en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA y aprovechó la ocasión para explicar los objetivos de la agrupación que representa. "Abordamos la importancia de la familia en la sociedad ahondando en la complementariedad de los géneros, sin necesidad de organizar actos reivindicativos".

Bousoño ofreció una charla basada en datos científicos para presentar los problemas actuales de las familias "que en los últimos años se han visto muy afectadas por la desestructuración social y la pérdida de valores", y explicar cómo estos problemas afectan a corto, medio y largo plazo a niños y adolescentes.

Según el psiquiatra, el número de divorcios en España se ha disparado en los últimos diez años hasta alcanzar el 268 por ciento. A su juicio, hay multitud de factores que influyen en este fenómeno, desde la flexibilización de la ley que regula la separación (como el llamado "Divorcio exprés" aprobado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero), hasta "el contagio". Así, Bousoño dijo que "el divorcio no se transmite genéticamente, pero sí por contagio". Los datos de un estudio que el psiquiatra mostró al público gracias a una proyección, revelan que el divorcio de los padres aumenta un 70 por ciento el riesgo de que un hijo se divorcie en los primeros cinco años de su matrimonio. Entre las posibles consecuencias que puede traer a un niño la separación de sus padres, el ponente destacó la "parentificación" (que asuma los roles del padre o de la madre), o el bajo rendimiento escolar.