A las puertas del Servicio de Salud del Principado (Sespa) decenas de profesionales, de familias y enfermos, pidieron ayer a las autoridades sanitarias del Principado que detengan el cierre del hogar protegido "La Casita", donde viven personas con enfermedades mentales graves, y que evite el deterioro, por la sobrecarga laboral, del equipo de tratamiento asertivo (ETAC) de Oviedo, que da apoyo a los pacientes y les acompaña en su día a día.

La movilización, convocada por la plataforma SOS HUCA y por los profesionales que sostienen estos servicios, tuvo el apoyo de las familias, muy implicadas con el mantenimiento de unas dotaciones y un modelo asistencia -el denominado "modelo Avilés", porque allí comenzó su implantación- avalado por organizaciones de todo el mundo.

Juan José Montes y Ceferina Escobio, con un hijo de 37 años con una de esas patologías, cuentan que gracias al respaldo del ETAC su hijo "tiene menos ingresos, la familia está más protegida y tiene donde picar cuando pasa algo y el trato es de tú a tú. "El enfermo mental es el más desprotegido", opina la pareja, cuyo hijo fue diagnosticado como enfermo mental hace alrededor de 17 años. Desde entonces, cuentan, han pasado por momentos muy difíciles y su propia salud se ha resentido. El ETAC ha contribuido a aligerar su carga y consideran que "La Casita" ofrece un gran alivio a aquellos padres que, quizás por su edad avanzada, no pueden cuidar de los enfermos.

Entre los profesionales que acudieron a la concentración de ayer estaba Joaquín Moreno, el director del ETAC de Oviedo. Él hizo referencia a la apertura del centro de atención integrada de La Corredoria, con el que la Administración justifica el cierre de recursos como "La Casita". "No estamos en contra de él, pero no puede ser que un centro se abra en detrimento de otros que funcionan", explicó. Los trabajadores aún desconocen la fecha exacta del cierre, comentó Moreno, pero se especula con el mes que viene o en julio a más tardar. La plantilla, añadió, ya está siendo informada de sus próximos destinos. Paco Estévez, psiquiatra y portavoz de SOS HUCA, desautorizó a las autoridades sanitarias regionales para llevar a cabo esta reforma en vísperas de un cambio en el Gobierno y pidió su dimisión.

Entre las decenas de personas concentradas estaba el psiquiatra José García, que fue consejero de Sanidad en los gobiernos socialistas de Rodríguez-Vigil y Trevín.