"Fue todo muy rápido y confuso, creímos que secuestraba al niño, pero después, el hombre solo decía que se había equivocado". La confusión resultó ser real y todo quedó en un susto, cuando un varón de unos setenta años fue durante unos minutos sospechoso de un intento de secuestro en el Campo San Francisco, al confundir a su nieto con otro niño y tratar de llevárselo a casa, junto al otro pequeño que tenía a su cargo.

Es el testimonio de Mar -prefiere no dar su apellido-, una mujer de mediana edad que paseaba el martes por la tarde con su nieta Jimena por el Campo San Francisco cuando observó en primera fila una escena que la sobrecogió. "El hombre, de unos 70 años, se iba con un niño de la mano. De pronto, el padre salió corriendo tras ellos y le gritó que dónde iba con su hijo o algo así. Se lanzó sobre él y lo inmovilizó. Lo retuvo hasta que llegó la policía. Yo iba con mi nieta y sentí algo de miedo porque se montó mucho jaleo. No sabes lo que pasa y todo es confuso. Me alegro que no haya sido más que un error porque fue todo muy rápido y creímos que aquel hombre intentaba llevarse al pequeño con malas intenciones", dice esta ovetense, que el martes paseaba a su nieta en compañía de una de sus hijas.

Al producirse un rifirrafe entre el abuelo confundido y el padre del pequeño, intervinieron varias dotaciones de la Policía Local y de la Policía Nacional para reconducir la situación. "Creo que el error del hombre estuvo en que los niños iban vestidos iguales", explicó uno de los agentes de la Policía Local que estuvo en el Campo el martes por la tarde. "El hombre estaba al cuidado de dos nietos y cuando llegó la hora de marchar cogió a uno que era el suyo y a otro que no era el suyo. Estaba convencido de que se llevaba a los niños correctos, por eso, cuando el padre del chiquillo le increpaba, él no se daba por aludido y aseguraba, una y otra vez, que se trataba de su nieto", explica otro de los agentes de la Policía Local desplazado al lugar del suceso. "Fue todo un poco surrealista, el verdadero nieto estaba jugando con otros niños y el abuelo empeñado en llevarse a casa a un chavalín que no era suyo. Pero los niños estaban tan campantes, notaron algo raro pero estaban bien", aseguró el mismo agente desplazado al lugar del suceso. "Es normal que el padre del chiquillo se pusiera nervioso, porque estaban tratando de llevarse al pequeño de un parque y todos estamos espantados con los casos de secuestros y abusos que salen en los medios de comunicación", explicó el agente policial.

Al final, el malentendido se resolvió y la tarde de juegos en el céntrico Campo San Francisco terminó bien, sin contratiempos. Según las mismas fuentes policiales consultadas por este periódico, hasta el Campo San Francisco llegó a desplazarse también el padre de los niños para razonar con el abuelo despistado y llevárselos a todos a casa. Los mismos medios policiales explicaron que no se registraron heridos ni tampoco detenidos, porque "ni siquiera fue una pelea". El abuelo, un tanto contrariado por todo lo sucedido "tan solo tenía las mangas de la chaqueta un poco manchadas por el rifirrafe con el padre del menor", sostiene la Policía Local.