El tripartito formado por Somos, PSOE e IU dio ayer el primer paso para que el Ayuntamiento recupere el control sobre la recaudación de los impuestos locales, que hace lustros quedó en manos del sector privado. Esta fue la primera decisión de la nueva junta de gobierno local, que quedó constituida ayer tras una reunión extraordinaria convocada por el alcalde Wenceslao López.

El principal punto del orden del día de la reunión de los diez ediles que componen el gobierno local pasaba por denunciar el contrato con La Auxiliar de Recaudación, la firma que gestiona el cobro de los principales impuestos municipales y de las sanciones de tráfico que impone la Policía Local. De remunicipalizar este servicio -esta es una de las promesas de campaña más repetidas por Somos, PSOE e IU-, y según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA una de las posibilidades que maneja el gobierno local es la de que la recaudación de impuestos como el IBI (Impuesto sobre los Bienes Inmuebles) o la "viñeta" sea realizada por el Principado a través del Ente Público de Servicios Tributarios.

La intención del tripartito con la denuncia del contrato es la de ganar tiempo para estudiar con calma si opta por recuperar la gestión del cobro de los tributos o si mantiene la externalización. La concesión, que se renovó a finales de 2011 por cuatro años, concluye el próximo 31 de diciembre, con la posibilidad de prorrogarlo dos años más. Los pliegos de condiciones del contrato recogen que en caso de que el Ayuntamiento no haga efectiva la renovación de la concesión con seis meses de antelación, el municipio estaría obligado a pagar una indemnización. Dado que el plazo acaba el próximo 1 de julio, el Alcalde introdujo esta cuestión en la primera junta de gobierno del tripartito de izquierdas.

Ya en 2011, a comienzos del mandato, y cuando el contrato debía ser renovado por cuatro años, la gestión del cobro de los tributos locales fue el centro de un agrio enfrentamiento entre el PP y el grupo municipal de Foro, que en aquel momento era la principal fuerza de la oposición con siete concejales. Con el Gobierno del Principado en aquel entonces en manos de los foristas y bajo la presidencia de Francisco Álvarez-Cascos, los concejales casquistas exigían a los populares dejar en manos del Ente Público de Servicios Tributarios la recaudación de los impuestos en Oviedo. El PP accedió a que el organismo dependiente de la administración regional se presentara al concurso. Aunque al final la Mesa de Contratación municipal valoró mucho mejor la oferta presentada por La Auxiliar de Recaudación. Según los foristas, en aquel entonces representados en este asunto por el concejal José Donate, que tiempo después dejaría Foro para convertirse en edil no adscrito, defendía la postura de su grupo alegando que dejar en manos del Principado la gestión de los tributos locales "ahorraría unos 28 millones de euros, porque se ahorra el IVA y garantiza derechos".

La Auxiliar de Recaudación ingresa un porcentaje de los tributos que recauda. Este año está presupuestado en el balance local el pago de unos 7,5 millones de euros.