La zona noroeste del municipio se quedó ayer sin zona azul durante cuarenta minutos por un fallo informático en el sistema de transmisión de datos entre el servidor central de la compañía fabricante de los parquímetros, Parkeon, y los aparatos instalados en barrios como Pumarín, Teatinos o Guillén Lafuerza, lo que supone un tercio del total del número de dispositivos de cobro por aparcamiento que hay en la ciudad, que tiene un total de 142. Además, se trata de la segunda avería de este tipo que sucede en un plazo de cuatro días en Oviedo, por lo que el Ayuntamiento pedirá explicaciones a la empresa.

Los usuarios que intentaron sacar un tique de zona azul hacia las doce del mediodía en el noroeste ovetense, se encontraron con un mensaje en la pantalla del parquímetro que informaba de la imposibilidad de completar la operación. En otros casos, la impresión de la tarjeta tardó más tiempo del habitual, por lo que se vivieron situaciones de impaciencia y desconcierto que desembocaron en un aluvión de llamadas a la Policía Local y los servicios técnicos del Ayuntamiento para saber qué estaba pasando.

Este periódico intentó contactar sin éxito con la empresa Parkeon, que el martes sufrió otro fallo que -al igual que ayer- no sólo afectó a los parquímetros de la capital asturiana, sino también a los de una treintena de ciudades españolas. En aquella ocasión, se averió el servidor (el ordenador principal que suministra la información y los datos al resto de ordenadores, o, en este caso, parquímetros conectados en red) y hubo que reiniciar el sistema informático por el que se rigen cientos de máquinas expendedoras de tiques de zona azul en España. Así, el Ayuntamiento de Oviedo tomó la decisión de no poner multas por impago o incumplimiento de zona azul ayer por la tarde, y los controladores de la ORA se limitaron a informar a los usuarios, en lugar de poner sanciones.

Estos parquímetros entraron en funcionamiento el 1 de julio y para usarlos es necesario introducir la matrícula del vehículo antes de retirar el tique, y permiten pagar con tarjeta de crédito o débito, e incluso a través del teléfono móvil. El sistema provocó el desconcierto de los usuarios los primeros días de su entrada en funcionamiento porque, para muchos, las instrucciones no eran demasiado claras. El sistema concentra todos los datos en una pantalla que se apaga para ahorrar de energía. De esta forma, el conductor tiene que pulsar cualquier botón del teclado inferior si se encuentra la pantalla en negro. Luego, en el menú principal verá cuatro opciones (estacionamiento, ayuda y tarifa, anulación de denuncia e información ciudadana), que puede leer en el idioma que desee; castellano, inglés, francés y alemán.