"No es mala persona, pero toma mucha medicación porque tiene problemas psicológicos, y suele beber. Tenemos muchas discusiones porque llega borracho a casa y no quiero que mis hijos lo vean así. Esto que hizo es demasiado, se le fue de las manos, y tiene que pagar por ello", aseguraba ayer, Ildefonso López, sobrino de A. C. L. G, el conductor que atropelló a tres personas en silla de ruedas y a dos policías locales el pasado domingo, en una terraza de un bar situado en Arquitecto Tioda. Poco después amenazó de muerte a un camarero de un restaurante de la plaza Pedro Miñor, lugar en el que fue detenido. Ayer, la jueza del juzgado de guardia de Oviedo decidió enviarle a prisión, comunicada y sin fianza, por cuatro delitos contra la seguridad vial.
La jueza también decretó la retirada del carnet de conducir y el requerimiento del vehículo con el que arrasó la terraza del bar y que la Policía todavía no ha encontrado. El acusado dice que no sabe dónde está el coche, que lo aparcó pero no recuerda donde. La tesis que maneja la Policía apunta a que, tras cometer los hechos de Arquitecto Tioda y darse a la fuga, acudió a casa de su sobrino, en donde lleva viviendo un año desde que abandonó León, su ciudad de residencia y en la que viven su hija y sus dos nietos, y se cambió de ropa para pasar desapercibido -cuando lo pararon llevaba una camiseta de manga corta y los tatuajes de los brazos visibles y al ser detenido, una camisa de manga larga y gorra-, y aparcó el coche en un garaje. Su sobrino asegura que no sabe si su tío tiene coche, "podría tenerlo porque cobra una pensión de 1.100 euros". También niega que ese día lo viera en casa. Lo vio en Pedro Miñor, "pero nos saludamos y nada más. Lo vi hablando con una pareja y llegó la Policía".
Estaba previsto que ayer, a las 10 de la mañana, la jueza empezara a tomar declaración a los dos policías que fueron arrastrados por el imputado, a los que practicaron la detención y al camarero que sufrió las supuestas amenazas. Pero el detenido no llegó al juzgado hasta las 11 y las declaraciones no comenzaron hasta las 12. Los afectados declararon ante la jueza, la fiscal y los dos abogados del detenido ; uno por los hechos de la calle Arquitecto Tioda y otra por los de la plaza Pedro Miñor, ambos designados por el turno de oficio.
El detenido no quiso declarar, pero según su abogada, negó que amenazara al camarero del bar y que insultara a los policías. Por esos hechos, la jueza decretó libertad sin fianza y envió la causa al Penal número 4 de Oviedo, que celebrará la vista oral en unos días. Por lo sucedido en la terraza, la jueza decidió enviar a prisión a A. C. L. G. por cuatro delitos contra la seguridad vial: conducir sin permiso de conducir, conducción temeraria y con desprecio a la vida ajena, conducción bajo la influencia del alcohol, y negativa a someterse a la prueba de alcoholemia (consta una prueba realizada pero la jueza la decretó nula); y abrir diligencias. Ahora se tomará declaración a los afectados y a los testigos. Su abogado defensor subrayó que recurrirá, atendiendo a la enfermedad del imputado.
