La idea del gobierno municipal (Somos, PSOE e IU) de extender el veto a Coca-Cola más allá de las fiestas de San Mateo y retirar publicidad y patrocinio de la marca en distintos puntos del municipio, adelantada ayer por LA NUEVA ESPAÑA, no ha sentado del todo bien entre quienes suelen trabajar con la multinacional. Los empresarios, uno de los colectivos afectados, piden respeto a las decisiones de la compañía y califican de "pintoresco" el veto planteado por el tripartito, que ya renunció a los 40.000 euros que ofreció Coca-Cola para patrocinar San Mateo.
Los hosteleros y los responsables de las sociedades de festejos consultados advierten, además, de que seguirán ofertando la bebida tanto en sus establecimientos como en las próximas fiestas que se celebren en el municipio. Los tres colectivos coinciden en que hay una sentencia de la Audiencia Nacional, ratificada por otra del Tribunal Supremo, (que anula el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que provocó el cierre de la fábrica de Colloto con el despido de 144 trabajadores) que, dicen, la compañía debe cumplir, pero los tres reclaman que "no se mezclen las cosas".
Coca-Cola manifestó ayer a este periódico su "total compromiso" a cumplir esa resolución judicial y ofreció diálogo al tripartito al que, asegura, hace un tiempo se le pidió una reunión de la que aún no han recibido respuesta. Fuentes de la compañía lamentaron ayer la "decisión unilateral" del gobierno municipal contra la marca y ofrecieron su colaboración para desbloquear la situación. "Esto no beneficia a nadie, ni siquiera al ciudadano", aseguraron las mismas fuentes, que defendieron la continua colaboración con Oviedo en iniciativas culturales, deportivas y medioambientales.
"En este país existe la libertad de empresa y, dentro de la legalidad, las empresas están capacitadas para tomar las decisiones que más le convengan. Esta empresa ha tomado una decisión y hay que respetarla", aseguró ayer Alberto González, presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), que calificó de "pintoresca" la medida del Ayuntamiento de Oviedo de vetar a la marca "mucho más cuando es un veto al patrocinio". "Son temas que el Ayuntamiento decidirá porque existe libertad institucional y (el Ayuntamiento) está capacitado para tomar las decisiones", añadió.
José Luis Almeida, presidente de Hostelería de Asturias, manifestó ayer el "apoyo firme" del sector a Coca-Cola "porque siempre ha colaborado con nosotros y ha hecho todo lo posible para que el sector tenga mayores ventas". Almeida afirmó que "a todos nos gustaría" que "la fábrica de Colloto siguiese con la misma o más actividad que tenía antes" y reclamó el cumplimiento de la sentencia judicial, pero declaró que Coca-Cola es "una empresa privada" y "nosotros respetamos todas las acciones".
Los responsables de las sociedades de festejos del municipio consultados por este diario también manifiestan su apoyo a los trabajadores afectados y se muestran en contra de los despidos, pero reconocen que si dejan de trabajar con Coca-Cola sufrirán un recorte de sus ventas. Luis Manuel Barranco, de la Asociación cultural de Festejos "San Pelayo" de Olloniego, señaló que "contra Coca-Cola no se puede competir porque si no la tienes las ventas se reducen a la mitad". "Por mucho que queramos ayudar a esa gente, no tenerla es un handicap para nosotros", agregó Barranco, en la misma línea que Bautista Pantiga, de la sociedad de festejos de Santianes, que considera "bueno" el veto del Ayuntamiento ("la gente que sufre también tiene derecho a comer") pero admite que "nada tiene tanto tirón como la Coca-Cola" y que "si no la tenemos nos perjudica". Ramón del Fresno, de la asociación del Cristo-Buenavista, indicó que "quitar la Coca-Cola es como quitar el chorizo de los bollos" y declaró que "para luchar contra medidas laborales se necesitan medidas que estén muy por encima de esto".
