La Cofradía del Desarme tendió ayer la mano a los Premios Princesa de Asturias durante la celebración del tercer capítulo de esta hermandad en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Lo hizo el cofrade mayor, Miguel Ángel de Dios, antes de dar paso a la ceremonia de nombramiento de los tres nuevos cofrades de honor: y la Asociación Cocina Económica, la cronista oficial de Oviedo y articulista de LA NUEVA ESPAÑA, Carmen Ruiz-Tilve, y el director de la TPA, Antonio Virgili. "Ofrecemos nuestro total apoyo a la Fundación y a los Premios porque estamos orgullosos de ellos". De Dios pronunció estas palabras sentado en la mesa presidencial junto al concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), que tenía ante sí un erróneo cartel con su nombre: "Raúl Rosón".

El edil, que ha mostrado abiertamente su animadversión hacia los Premios, pasó por alto el comentario y no hizo referencia alguna cuando le tocó hablar. Optó por defender la fiesta del 19 de octubre y alabar el trabajo de la Cofradía del Desarme y de los hosteleros ovetenses, "que gracias a su esfuerzo, están fortaleciendo el tejido de la ciudad y consiguiendo que esta fiesta nos identifique como territorio".

Muy sentidos fueron los discursos de los tres nuevos cofrades. El primero en recibir la cuchara de madera, Virgili, dedicó el título a su abuelo, Virgili Vinadé; catedrático de Química y que como antiguo rector de la Universidad de Oviedo está inmortalizado en un cuadro del Aula Magna.

Ruiz-Tilve aprovechó la ocasión para reivindicar la incorporación de los platos del Desarme -garbanzos con espinacas y bacalao, callos y arroz con leche- en los menús de los restaurantes y en las mesas de los ovetenses "cualquier día del año". Para la cronista de la ciudad, "Oviedo goza de muy buena salud gastronómica".

El presidente de la Asociación de la Cocina Económica, José García Inés, fue el encargado de recoger la cuchara de palo que acredita como cofrade de honor al comedor regentado por las hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Se declaró un mero portavoz, dándole todo el mérito a los voluntarios y los trabajadores de la Cocina Económica. "Un comedor que ha incrementado en el último año en un siete por ciento la cantidad de comidas y cenas que sirve a diario", dijo.

Los hosteleros, Raimundo Porras y Paco Gómez, se incorporaron a la hermandad del Desarme como nuevos cofrades y la banda de gaitas "La laguna del Torollu" cerró el acto tocando "Asturias, patria querida". Al salir, una representación histórica y teatral de la lucha entre carlistas e isabelinos recibió a los cofrades en el patio de la Universidad. Sólo los gritos de un espontáneo ensombrecieron el tercer Capítulo: "¡Nadie les da ni un duro!", clamó cuando nombraron a la Cocina Económica.