La Catedral de Oviedo tiene pendiente desde hace más de dos años la restauración de las vidrieras de la cara sur de la nave central y no es la única actuación que requiere. La reforma de la capilla de los Vigiles, para habilitar en ella un baptisterio, y la renovación de la cubierta de la de Santa Eulalia, para evitar la filtración de humedades, también están esperando. "El plan director está parado desde hace un par de años y al ralentí desde hace más", afirma el deán, Benito Gallego.
La Consejería de Cultura pidió hace unos meses al Cabildo una relación de las intervenciones más urgentes para la conservación y el mantenimiento de la basílica de San Salvador. Lo hizo ante la posibilidad de que el Ministerio de Fomento reactivara el programa del uno por ciento cultural, que destina ese porcentaje en el presupuesto de las obras públicas para financiar inversiones en patrimonio histórico. A día de hoy, el Cabildo no ha tenido más noticias.
El deán asegura que años atrás, antes de que las estrecheces económicas se extendiesen por el Ministerio y la Consejería de Cultura, los responsables regionales de Cultura habían dado su visto bueno a la rehabilitación de la capilla de los Vigiles y la reparación de las vidrieras.
Las últimas obras del plan director de la Catedral, redactado por los arquitectos Jorge Hevia y Cosme Cuenca, fueron, recuerda Benito Gallego, las de la girola, que se desarrollaron tanto en el interior como en el exterior del edificio.
Las vidrieras de la cara norte de la nave central fueron restauradas en tiempos de mayor holgura presupuestaria. Los recortes han dejado en el aire la puesta al día que también necesitaban las del ala sur.
La rehabilitación de la capilla de los Vigiles cuenta con un proyecto detallado desde hace años. Está presupuestada en alrededor de 252.450 euros y en 2008 el Principado ya se había comprometido públicamente con su ejecución. El proyecto del Cabildo consistía en convertirla en un baptisterio, un lugar reservado a la celebración de bautizos. El deán afirma que la de Oviedo es la única Catedral de España que no dispone de un recinto específico para ello.
El Cabildo acometió recientemente con fondos propios la restauración de los retablos barrocos del crucero. A lo largo de los últimos años se ha hecho cargo de diversas actuaciones que, según el deán, más que de conservación son de mantenimiento. La Consejería corrió con la restauración de la Cámara Santa, inaugurada el año pasado, que era muy necesaria y tuvo una gran proyección pero que no estaba incluida en el plan director.
En espera de novedades, el Cabildo sigue adelante con su actividad. Mantiene abierto el Jardín de los Reyes Caudillos, durante una hora menos que en verano. El nuevo horario de invierno es de once a una por las mañanas y de cuatro a seis por las tarde, sábados y domingos incluidos. A pesar de sus reticencias iniciales, el deán reconoce estar muy satisfecho con los primeros meses con la verja del recinto abierta. No se ha producido ningún acto vandálico y el jardín permanece limpio. El mayor problema que han tenido que resolver, según cuenta, es el de los turistas remolones que aprovechan hasta el último instante para hacer fotos y que retrasan el cierre.
Por otra parte, con la llegada del otoño la Catedral ha reanudado sus actividades culturales con conferencias sobre arquitectura y arte y visitas a la torre gótica.
