A Ana Taboada se le olvidó dejar debidamente a la vista en su coche la autorización que le permite aparcar en las plazas que sus señorías los concejales tienen reservadas porque sí, porque son concejales. Se le olvidó como se le puede olvidar a cualquiera. Así que le ocurrió lo que le puede ocurrir a cualquiera: que llegó la Policía, le sancionó y llamó a la grúa para que llevara el vehículo al depósito. Tasa de arrastre: 84,2 euros. Multa: unos 190 euros.

Cuando salió del Ayuntamiento y vio que el coche no estaba donde lo había dejado, la líder de Somos se enfadó como se enfada cualquiera cuando le pasan estas cosas: con razón. Tienes permiso para aparcar allí y de repente la grúa te lo lleva. ¿Por qué? Porque no vale sólo con tener el permiso, sino que hay que dejarlo situado a la vista, en el salpicadero. El permiso no estaba allí y la policía, como haría con cualquiera, inició el procedimiento sancionador. El motivo de la retirada que consta en el expediente es claro como el agua: estacionado en zona de vehículos autorizados.

Hasta aquí, Ana Taboada es una ciudadana más. Con su descuido, con su sorpresa, con su enfado, con su rabia. Desde aquí, Ana Taboada pasa a ser la vicealcaldesa de la ciudad.

Resulta que llega al depósito y le dicen que firme un papel y que saque su vehículo sin pagar nada. Y ella lo hace. Dicen que le montó un pollo a los polis: ¿rumores?

Resulta que, según la versión del concejal de Seguridad Ciudadana, los mismos agentes que le abrieron el parte de la sanción por no haber visto el distintivo en el salpicadero, se fijan mejor y ven que hay una ventanilla abierta, un bolso y varios de sus enseres a la vista. Y entonces piensan todavía mejor y deciden que ese coche no puede estar ahí por "razones de seguridad", que la multa que habían cursado ya no vale y que, por tanto, la vicealcaldesa no está obligada a pagar nada. Resumiendo, que le anulan la sanción porque ven una ventanilla abierta en su coche.

Preguntas: ¿Se puede anular una sanción por eso? ¿Lo hacen porque es el coche de Taboada? Si saben que es su coche, ¿por qué le sancionan si tiene permiso para estacionar allí? ¿O se la quitan porque lo pide ella? Si lo pide ella, ¿quién da la orden para que no se le cobre? ¿El Alcalde, el concejal de Seguridad Ciudadana o el jefe de la Policía Local? Sólo ellos tres podrían hacerlo.

Tenemos, por tanto, una infracción, una sanción anulada y un montón de incógnitas. El jueves, este periódico publica en exclusiva la información que tiene contrastada: "Ana Taboada retiró su coche del depósito de la grúa sin pagar arrastre ni multa". Y, además de la versión de la implicada, que defiende que se llevaron el coche por razones de seguridad, se reproducen algunas de las pruebas: el parte sancionador y el expediente.

A partir de aquí, el asunto acelera. Sabedora de que el descuido va contra su imagen, no por la gravedad del asunto en sí sino por el mensaje de buenas prácticas que abandera, Taboada busca coartadas. Las busca ella y las buscan también las dos personas claves en este lío, por este orden: el jefe de la Policía Local, José Manuel López, y el edil de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE), al que el tema le cogió de vacaciones. A ellos son los primeros a quienes les interesa zanjar el asunto, no vaya nadie a pensar, o lo que es peor, no vaya nadie a demostrar que a Taboada se le perdonó la multa a conciencia, por ser la vicealcaldesa. No vaya nadie a pensar que alguien llamó a la grúa y dijo directamente que no le cobrasen, en vez de aconsejarle lo que le hubiesen aconsejado a cualquier ciudadano: que pagara todo y que luego recurriera.

Y aquí es cuando aparece el famoso informe policial: una hoja con el membrete del Ayuntamiento que no lleva la firma de nadie: ni del Alcalde, ni del jefe de la Policía, ni del edil de Seguridad. Un documento con ocho puntos que es enviado a la prensa no por el Ayuntamiento, no por la Policía Local, sino por Somos, el partido al que pertenece la protagonista. Por una razón: ni el Ayuntamiento ni la Policía se quisieron hacer cargo de él. De hecho, se pidió expresamente que no se colgara en la página web municipal. ¿Por qué?

El informe policial que nadie quiso firmar se completa el jueves por la mañana a toda prisa. En él se defiende la versión de Taboada, pero no se aclara el asunto clave: ¿por qué se le abre un expediente sancionador, y hay una tasa de arrastre y una multa si el protocolo dice que, cuando se retira el coche por motivos de seguridad, no es necesario abrir expediente, ni debe existir parte de arrastre ni multa? Y más: ¿por qué desde la Policía Local se ha ordenado localizar rápidamente al filtrador? ¿Qué pensarán los concejales que sí pagaron la grúa y la multa por el mismo motivo? Hagan juego.