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El Arzobispo comparecerá como imputado tras una denuncia del pastor anglicano

José Quesada lleva a los tribunales a Jesús Sanz Montes por supuestas coacciones durante la festividad de Todos los Santos de 2014

José Quesada.

El arzobispo Jesús Sanz Montes ha sido citado a declarar como imputado -el próximo día 17 de noviembre-, por el Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo tras una demanda presentada por el pastor de la Iglesia Anglicana en Asturias, José Quesada. El motivo de la querella es un supuesto delito de coacciones, aunque la citación recibida en el Arzobispado de Oviedo detalla "delito sin especificar".

No obstante, el origen del pleito se remonta a la festividad de Todos los Santos de 2014, justo hace hoy un año, cuando Quesada intentó celebrar un ceremonia de difuntos en la capilla del cementerio de El Salvador a las misma hora -las once de la mañana-, que habían fijado tanto él como el Arzobispado. Finalmente, la misa que se celebró fue la católica y la presidió Sanz Montes.

Acerca de la demanda y de la citación judicial, una portavoz del Arzobispado comentó ayer que en la Corrada del Obispo había "extrañeza", ya que el obispo auxiliar, Juan Antonio Menéndez, se hizo cargo del hecho y "se ha reunido en tres ocasiones con José Quesada, la última este pasado jueves". De esa última reunión, según el Arzobispado, el obispo auxiliar sacó la conclusión de que el anglicano iba a "retirar la demanda, pero ahora vemos que sigue adelante". De ahí la referida "extrañeza".

El suceso de hace un año tuvo una relativa resonancia, ya que en aquel momento Quesada explicó que al ver desatendida la capilla del cementerio había comenzado en diciembre de 2013 a celebrar la eucaristía todos los domingos y festivos. Sostenía también que dicha capilla es de titularidad municipal, una circunstancia que le llevó a solicitar al Ayuntamiento una certificación de que ese espacio estaba a disposición de cualquier confesión religiosa que necesitase una capilla.

El Ayuntamiento respondió favorablemente a dicha alegación anglicana, pero estando en estas se fue aproximando la fecha del uno de noviembre y el previsible conflicto. José Quesada relató que ese día y a esa hora el arzobispo Sanz Montes acudió al cementerio y que a la puerta del templo había una pareja de la Guardia Civil junto a agentes de la Policía Municipal.

Tras una discusión entre el obispo católico y el pastor anglicano, este abandonó la capilla y atendió a los medios de comunicación. Quesada también contó que en la víspera de estos hechos había recibido una llamada telefónica de un agente de la Brigada de Información de la Policía Nacional.

Al día siguiente, dos de noviembre y festividad de los Fieles Difuntos, el pastor volvió al cementerio para celebrar la misa a las once de la mañana, pero media hora más tarde se vio obligado a interrumpir la eucaristía ante los movimientos a su espaldas de un sacerdote que le día anterior había acompañado al arzobispo. Unas 20 personas asistían a dicha misa. Pasados los meses, Quesada presentó la demanda en diciembre de 2014.

Por su parte, el Arzobispado argumentó que las misas católicas en el cementerio de El Salvador y en dichas festividades tienen la finalidad de atender al numeroso grupo de católicos que recuerdan esos días a sus familiares difuntos.

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