Los vecinos del número 21 de la calle Comandante Vallespín tardarán en olvidar la jornada del 4 de noviembre, cuando el edificio en el que residen se vio envuelto en llamas tras desatarse un incendio en el tercer piso. "Todavía tenemos el susto en el cuerpo, fue mucho... no he podido pegar ojo en toda la noche", explicaba ayer una residente en el portal del edificio donde los vecinos comentaban la última hora del estado de los heridos y se entrevistaban con los agentes de los seguros o los técnicos de la luz. Les preocupa el estado de salud de su vecina del quinto piso, Leónides Valdés, que permanece intubada en la uci del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Le salvó la vida un bombero que la encontró inconsciente en la escalera. Vive en la quinta planta y al percatarse del fuego, como reacción natural, salió de su casa al pasillo. "¿Qué harías tú si todo está ardiendo? Intentar escapar, sin pensar...", reflexionaba María Antonia García en la calle. La vecina del quinto, aquejada de una enfermedad respiratoria, no resistió la densa nube de humo y se desplomó. Está estable dentro de la gravedad.

De las trece personas trasladadas en ambulancia al hospital tras el incendio todas fueron dadas de alta durante la noche del miércoles y a lo largo de la mañana de ayer. Además de la mujer herida grave, continúa hospitalizada la propietaria de la vivienda en la que se desató el incendio. Según informaron fuentes sanitarias, su estado no reviste gravedad, pero está pendiente de ser derivada a cirugía plástica porque necesita unos injertos de piel en las manos. Todo apunta a que la señora trató de sofocar el fuego con sus propias manos y se quemó. Fuentes próximas a la investigación confirmaron que, tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA, el fuego comenzó al arder unas cortinas que entraron en contacto con una fuente de calor, al parecer, una lámpara que se descolgó del techo. En cualquier caso, se trata de un incendio accidental.

Expertos de la brigada de la Policía Científica se desplazaron ayer al edificio incendiado para recabar pruebas y realizar un informe. También fue necesaria la presencia de bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) para apuntalar la tercera planta -a petición del arquitecto municipal-, en la que se declaró el fuego. Además de las dos mujeres ingresadas en el hospital, otras dos familias no han podido regresar a su casa por seguridad, ambas de los pisos superiores al que arrasaron las llamas. Deben esperar a que el edificio esté ventilado. El Ayuntamiento ofreció a estas familias recursos a través de los servicios sociales, pero explicaron que preferían irse a casa de familiares o segundas viviendas. Es el caso de Margarita Barbé, que pasó la noche en casa de una compañera de trabajo. "Ya estoy más tranquila, aunque no pasé muy buena noche acordándome de todo lo que pasó", explicó ayer por la mañana la mujer, que estaba viendo la televisión en el salón del cuarto piso (justo encima del incendio) cuando sintió una explosión y vio unas llamaradas enormes al otro lado del cristal de su ventana. Tuvo la habilidad de bajar las persianas y extender una toalla húmeda en la rendija de la puerta principal de la vivienda. Se quedó en la ventana de la cocina, que da a un patio interior, hasta que fue evacuada por los bomberos.

La vecina de puerta del piso incendiado no estaba en casa cuando sucedió todo. "Volvíamos en coche de un viaje y al ir acercándonos vimos la nube de humo. Ni te imaginas que puede ser tu vivienda", relató ayer. "Al ver todo el despliegue y las llamas nos asustamos mucho, todavía estoy temblando", explicó ayer a las puertas de su domicilio, en el que estaban interviniendo los efectivos de seguridad.

Para contener el fuego fue necesario desplazar dos dotaciones de bomberos -dos efectivos resultaron intoxicados por humo y fueron trasladados al hospital- así como efectivos de la Policía Local y la Policía Nacional. Además, para atender a los heridos se movilizaron ocho ambulancias, dos de ellas uvis móviles. Dieciséis personas recibieron asistencia y trece fueron trasladadas.

Este es el segundo incendio con heridos múltiples que se registra en la ciudad en los últimos meses. El pasado mes de junio, 28 personas resultaron intoxicadas en un incendio en un edificio de La Carisa tras incendiarse un coche que estaba estacionado en el garaje. Fue necesario desplegar un hospital de campaña.