La Agrupación Municipal Socialista de Oviedo (AMSO-PSOE) decidió suspender su fiesta anual ante la imposibilidad de lograr la asistencia de los líderes del partido, y comunicó su malestar a los afiliados, a través de una carta. Ayer, el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y presidente del Gobierno regional, Javier Fernández, negó que hubiera un boicot de los líderes regionales al PSOE ovetense, que por primera vez en más de dos décadas iba a celebrar la fiesta de la Rosa en el gobierno de la capital asturiana, no en la oposición.

Javier Fernández restó importancia a la polémica, asegurando que se trata de meros "problemas de calendario", y rechazó que hubiera tensiones con los socialistas ovetenses. "A la fiesta de la Rosa he ido en tres ocasiones. Otras veces iban el secretario de Organización, diputados o senadores. En las fechas en las que se planteó hacer la fiesta había alguna dificultad objetiva, no hay ningún problema con la AMSO; solo cuestiones de calendario", aseguró, a preguntas de los periodistas, el líder del PSOE asturiano.

Militantes del PSOE de Oviedo, sin embargo, criticaron en las redes sociales lo que consideran "falta de apoyo" de los líderes regionales, en un momento en el que los socialistas han conseguido la alcaldía de Oviedo. La comisión ejecutiva de la AMSO aseguró, en la carta a sus militantes, que llevaban dos meses intentando "cuadrar" las agendas para conseguir la máxima representación en su fiesta, que finalmente no celebrarán. Sin embargo, el año pasado sí organizaron la celebración, pese a que en aquel momento tampoco acudió Javier Fernández, que presidió su última Fiesta de la Rosa en 2013, siendo ya líder del Ejecutivo asturiano.

La dificultad para encontrar fechas y la decisión de la AMSO de suspender la fiesta ilustran, sin embargo, que las relaciones entre los socialistas de Oviedo y los asturianos no son especialmente fluidas. Las tensiones generadas durante la negociación de los pactos municipales, que estuvieron a punto de culminar en una ruptura entre el actual alcalde, Wenceslao López, y su partido, no parece que hayan cicatrizado del todo. En aquel momento, la FSA impuso a los socialistas ovetenses la ruptura del pacto electoral que habían negociado con Somos (marca local de Podemos) e IU, en respuesta a la negativa de la formación morada a suscribir un pacto similar en Gijón. La decisión de Somos de votar a Wenceslao López a la alcaldía rompió con la dinámica tradicional de los pactos políticos y le dio al PSOE la alcaldía de la capital, con unos socios que para la FSA son hostiles.

La distancia fue alimentada por polémicas como la de los premios "Princesa de Asturias", en la que el PSOE asturiano respaldó públicamente a López, pese a que no compartía su gestión de la controversia. No contribuye a aliviar esa tensión el hecho de que en Oviedo los socialistas compartan gobierno con la marca local de Podemos, Somos, mientras que en el Parlamento regional las relaciones de los socialistas con la formación morada son tensas, cuando no francamente hostiles.

La fiesta de la Rosa era, pues, una ocasión para escenificar una cierta armonía interna en el partido, pero no ha sido posible. Tras ser suspendida en septiembre por problemas de agenda, la organización de la celebración se fue posponiendo y ha chocado con los actos de precampaña y campaña que prepara el PSOE, lo que ha llevado a su suspensión definitiva.