En apenas dos semanas, por el belén de la plaza de Trascorrales ya han pasado algo más de 30.000 personas, según apuntan fuentes de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), para dar así fe de que la aceptación popular del diorama continúa intacta, más allá de que este año su ubicación se haya trasladado por decisión del tripartito a la antigua plaza del pescado, en lugar de su tradicional ubicación ante la Catedral. A la entrada del recinto, una persona chequea la afluencia de visitantes. Sus cuentas ya superan los 30.000 asistentes. Entre los que acudieron ayer se encontraba un grupo de la Asociación de Madres, Ocio y Tiempo Libre para Personas Afectadas por Parálisis Cerebral (Asmapace), que preside la entusiasta Ángeles Alonso. A todos se les veía felices contemplando los dioramas.
"Cada quince días salimos con los chicos para hacer alguna actividad por Oviedo, y como estamos en Navidad qué mejor que visitar este nacimiento de Trascorrales", comentó Ángeles Alonso mientras hacía malabarismos para controlar a los animados visitantes. Después fueron a ver el árbol de la plaza de la Catedral, y terminaron, como hacen siempre, con la esperada merienda. "A ellos los hacemos felices y nosotros lo pasamos bien porque vemos cómo disfrutan", comentó la presidenta del colectivo durante el recorrido, en el que estuvieron acompañados por algunos de los voluntarios. "Nosotros aportamos amor, ilusión e ideas", concluyó Ángeles Alonso.
