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INÉS FERRERO CÁNDENAS | Ovetense, profesora de Literatura en la Universidad de Guanajuato

"México está harto de la situación política y social, de la corrupción y la pobreza"

"Si las cosas estuvieran mejor, volvería, pero veo que tendría que empezar de cero"

Inés Ferrero, profesora de la Universidad de Guanajuato, ayer, en Oviedo.

Inés Ferrero Cándenas (Oviedo, 1979) tiene el corazón dividido. Nació y se crió en Asturias, pero se ha desarrollado profesionalmente y ha formado su familia en México. Hasta su acento es una fusión de ambos países, y eso que lleva solo 8 años viviendo en Guanajuato, donde trabaja como profesora de Literatura en la Universidad. Apasionada de la literatura desde niña e influenciada por la profesión de su madre, profesora de Historia en la Escuela de Arte, al terminar Filología Inglesa en Oviedo, se marchó a Edimburgo a cursar un máster y el doctorado, en el que investigó sobre la literatura y el surrealismo mexicano. Quién le iba a decir que esa investigación le cambiaría la vida. Hoy, a las 10.30 horas, abre el ciclo de conferencias de este año en la Escuela de Arte, en donde hablar sobre la fotógrafa estadounidense Francesca Woodman.

-¿De dónde le viene la unión con el país latinoamericano?

-Cuando empecé mi línea investigadora, descubrí a una pintora surrealista española, Remedios Varo, que emigró a México desde Europa. A partir de ella, conocí a otras como Leonora Carrington, que emigró de Gran Bretaña en la misma época de la Guerra. Me interesé por ese fenómeno y por sus pinturas narrativas, que unían la literatura y el arte.

-¿Se inclina más por la literatura o por el arte?

-Por la literatura, es mi vocación desde "chiquita". Pero, por mi madre, estuve siempre en contacto con el arte. Ahora me interesa mucho la fotografía.

-De hecho, hoy va a hablar de una fotógrafa en Oviedo.

-Descubrí sus fotos en un museo de Londres y llamó mi atención. Es maravillosa. Francesca Woodman se suicidó con 22 años y, aunque nunca fue profesional , dejó una obra increíble en la que cuestiona la fotografía y los principios básicos del retrato. Mi línea investigadora va por ahí.

-¿Qué diferencias hay entre la educación de ambos países?

-No hay grandes diferencias. Hay menos medios y las infraestructuras son peores, pero hay muy buenos profesores e investigadores.

-¿Nota más interés por la cultura entre sus alumnos que aquí?

-Los alumnos que acceden a la Universidad es gente que, dentro de la pobreza, ha tenido una oportunidad, y por eso la exprime. Los que hacen Letras tienen un interés genuino por el tema, pero tenemos mucho desertismo.

-¿Se valora la cultura española?

-Hay una opinión dividida y contradictoria. Están los que odian a los españoles, porque tienen el tema de la conquista muy interiorizado; y otros que justo lo contrario, que se vanaglorian de que sus antecesores son españoles. En lo personal, me ha pasado de todo al decir que soy española. Me han dicho "vete a la chingada" y "la madre patria".

-¿Está la sociedad mexicana tan crispada como la española?

-Desde que llegó al poder Peña Nieto, he visto cientos de manifestaciones. El país está harto de la situación social y política, de la corrupción y de la pobreza. El salario mínimo es de 12 euros al día, con eso no se puede vivir y siempre están los mismos en el poder moviendo los hilos.

-¿Es un país peligroso?

-Yo vivo en una especie de burbuja. Guanajuato es una ciudad pequeña, tranquila. Pero creo que lo que llega aquí es un poco amarillista.

-¿Se plantea volver?

-Si las cosas estuvieran mejor, volvería, pero veo que tendría que empezar de cero y allí tengo una buena posición. No me lo planteo a corto plazo.

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