Pepe Colubi (Cangas del Narcea, 1966) y Javier Coronas (Madrid, 1969) arrancaron hace ocho años, junto a Javier Cansado, la aventura de "Ilustres ignorantes", un programa de humor y entrevistas improvisadas que pasó de ser algo anecdótico en la parrilla televisiva a convertirse en un formato aplaudido, respaldado y adaptado a nuevos medios. Desde hace cuatro años, llevan su espectáculo de humor por toda España, acompañados de invitados ilustres y de un público cada vez más numeroso. Hoy, a las 20 horas, llegan al teatro Filarmónica de Oviedo para hacer mucho más amena la cuesta de enero.
-¿Qué novedades trae el formato para teatro?
-Pepe Colubi (P. C.): La duración, pasamos de poco más de 20 minutos en televisión a casi dos horas en teatro. Y el espacio, aquí no hay mesa y eso pide acciones como levantarse. Además solo tenemos un invitado y muchos temas, no es monotemático como en televisión. Eso lo convierte en una improvisación más loca y libre, sin red.
-Hoy estará Quequé, ¿qué le van a preguntar?
-Javier Coronas (J. C.): No hay nada preparado, se va desarrollando sobre la marcha. Viene mucho al programa y a varios bolos, conectamos mucho. Es un lujazo como cómico, como persona y como delincuente.
-P. C.: No está nada escrito, improvisamos. Los temas son muy abiertos y genéricos, como la muerte, el amor o la humanidad.
-Colubi, ¿es un reto o un regalo actuar en casa?
-Las dos cosas. Hace ilusión pero es una responsabilidad porque la gente te conoce. En los bolos sientes al público, pero es gente anónima. Aquí podría decir la mayoría de nombres y apellidos de los que van a estar en las butacas. Es un regalo "retado".
-Coronas, ¿cómo es dirigir un formato como este?
-Yo me dedico a controlar a Colubi y Cansado y creo las preguntas, nada más. Tengo que hacer de Iniesta, pasar el balón. Además me va mucho por el color de piel.
-¿El momento actual de España es ideal para el humor?
-P. C.: No hay un momento mejor que otro para el humor, siempre es necesario y cualquier momento tiene que ser idóneo para él. Yo veo el humor como una actitud vital, más que un hecho cultural o de entretenimiento.
-¿Hay alguna línea que nunca se sobrepasa al hacer humor?
-P. C.: No hay temas intratables en el humor, hay chistes malos. Cada uno sabe perfectamente de qué cosas no puede hacer un chiste o qué chiste no puede hacer de determinadas cosas.
