La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las opiniones

Retorno al "remanso" de la Vega

Destacados ovetenses piden tener en cuenta los nombres históricos de la zona para rebautizar la "Y", como quiere el tripartito - Algunas propuestas optan por utilizar referencias a las praderías de Santullano o a la desaparecida Fábrica de Armas

Retorno al "remanso" de la Vega NACHO OREJAS

Las denominaciones históricas de su entorno revelan lo que un día se perdió, en 1976, cuando las necesidades del progreso trazaron una autopista que hoy es foco de contaminación, ruido y tumulto. Pero desde siglos antes lo que había en ese lugar eran los antiguos predios de Alfonso II -con la bella iglesia de San Julián de los Prados como hito hasta el presente-, o la Vega del Nora, donde hubo monasterio de Benedictinas y después la Fábrica de Armas que abrió Oviedo a la industria.

"Aquello debió de ser un remanso de paz, el remanso de la corte alfonsina, o el remanso de la Vega y sus huertas y hórreos, más allá de los límites de la Fábrica", evoca Alberto Polledo, exlibrero, escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA.

Y precisamente la idea de la entidad "Imagina un Bulevar" y del Ayuntamiento consiste desde hace años en humanizar esa zona de Oviedo, restando tráfico a la "Y" y desarrollando parques y paseos. La primera fase de ese proceso consistirá en convocar en febrero una consulta popular en toda la ciudad (para adultos y niños desde los 12 años), con el fin de rebautizar la zona.

Personas consultadas por LA NUEVA ESPAÑA abogan por tener presentes las referencias nominales históricas de esa parte de Oviedo. Pero antes de ello Antonio Masip, exalcalde y exdiputado europeo del PSOE, presenta una enmienda al inicio del proceso: "Lo primero de todo es que readmitan a los 55 trabajadores despedidos mediante una burla descarada de la empresa a 55 familias, y de eso es consciente el Ayuntamiento, por lo que cualquier movimiento en esa zona se haría sobre cimientos inmorales y espurios".

Respecto al nombre, Masip estima que "la aceptación popular será la que tenga que hablar después de que haya una solución urbanística compensada". No obstante, al exregidor le preocupa sobre todo "que una mentalidad de lo no industrial, propia de los giros políticos, ha calado en una parte de la ciudadanía". Por el contrario, "la Fábrica de Armas de la Vega es la historia de los armeros en Oviedo desde el siglo XIX y está presente desde las primeras páginas de 'La Regenta', y aunque la historia del siglo XXI no puede ser la del XIX, por lo menos no la olvidemos".

Masip remata sus reflexiones sobre el olvido ovetense de la industria evocando que "la desaparición del Águila Negra y Coca- Cola son heridas en los bordes del concejo, pero no podemos ignorar el espíritu industrial ni dar por sentado que la ciudad tenga que seguir desprendiéndose de industria".

Por su parte, Carmen Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo y articulista de LA NUEVA ESPAÑA, postula volver "a los nombres clásicos", que son los más apegados a los hechos y lugares ovetenses. "Cuando a Ramón y Cajal le dieron el Premio Nobel, le pusieron su nombre a la calle que antes se había llamado de Las Escuelas o de la Universidad, y el caso es que Ramón y Cajal se le puede llamar a cualquier calle, porque es un nombre postizo".

Respecto a la zona de autos, "todo el mundo la llamaba La Vega o la Fábrica de Armas y yo abogo por un nombre que tenga que ver con lo que hay allí y con San Julián de los Prados, que es un nombre precioso que evoca las praderías y las huertas de aquel lugar".

De criterio similar es Ramón Rodríguez, bibliotecario jefe de la Universidad de Oviedo y director del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). "Me parece más adecuado recurrir a las denominaciones y nombres tradicionales y pienso que la elección final debería realizarse entre un conjunto de esos nombres históricos".

Alberto Polledo señala finalmente que "los posibles edificios de la corte de Alfonso II, el rey prudente, o las huertas, en un terreno de gran humedad, con los hórreos, que llegué a conocer cuando era niño" componían "un espacio simbólico" que es el que hoy podría inspirar el rebautismo de la "Y".

Compartir el artículo

stats