"La psicoterapia no es ir a charlar con el psicólogo, para eso están los amigos". El psiquiatra y colaborador del Teléfono de la Esperanza, José María Uncal, desmontó ayer esa creencia y algunos otros mitos en torno a la atención psiquiátrica y psicológica, y de paso reflexionó sobre las consecuencias de la falta de tiempo en las consultas médicas públicas.

Ayer, Uncal mantuvo un coloquio con los asistentes al último acto del día de las jornadas que el Teléfono de la Esperanza organiza en la plaza de Trascorrales, con motivo de su 40 aniversario, y echó "por tierra mitos", como el de que las pastillas para la depresión, la ansiedad y otras enfermedades mentales son malas, que ir al psicólogo es "un síntoma de debilidad" o que al psicoterapeuta está para "echar una charla".

"Las pastillas son necesarias", explicó el doctor. "Hay problemas de mayor y menor envergadura; hay cuadros psicóticos y enfermedades graves en las que hay que tomarlas y en otros casos son una ayuda", dijo. Eso sí, reconoció que la sanidad pública, por su carga de trabajo, tienden a recetar fármacos "para paliar los síntomas, aunque a veces no sea lo más adecuado".

Uncal también se refirió a la percepción que parte de la sociedad tiene de las personas que acuden a una consulta psicológica. "Algunos creen que es una señal de debilidad, que el profesional no les puede contar nada que no sepan ya o que es cosa de tontos", dijo. Subrayó que "los psicólogos no están para dar charlas, sino para dar herramientas que sirven para utilizar las propias fortalezas".

Hoy, en Trascorrales y a las siete y media, habrá otro encuentro abierto al público, con el presidente del Teléfono de la Esperanza, Hilario Paz, y las concejalas Marisa Ponga y Mercedes González.